Cinco fórmulas para formar Gobierno

e. Clemente / g. bareño MADRID / LA VOZ

ELECCIONES 2016

Pilar Canicoba

Solo Rajoy tiene opciones realistas de superar la votación de investidura, aunque matemáticamente hay mas variantes

28 jun 2016 . Actualizado a las 07:15 h.

Mariano Rajoy toca con la punta de los dedos continuar en la Moncloa. Su clara victoria, con 14 escaños más que el 20D y 52 diputados por encima del segundo partido, hace impensable cualquier otro escenario de Gobierno. La convocatoria de unas terceras elecciones no se contempla. Pero Rajoy necesitará negociar apoyos para superar la investidura y gobernar.

Gran Coalición

Rajoy, con el PSOE y Ciudadanos. Sería la opción que otorgaría una mayor estabilidad, hasta el punto de que se convertiría en el Gobierno con mayor apoyo parlamentario de la democracia, con 254 escaños. Es la suma preferida tanto por el PP como por Ciudadanos, pero resulta sin embargo sumamente improbable, dado que los socialistas la han rechazado de plano.

Gobierno en minoría

Rajoy, con la abstención del PSOE.  Esta es la vía más sencilla para que Rajoy sea presidente. Daría igual lo que votaran los demás partidos. Incluso que Ciudadanos se decidiera por el no, ya que los 137 escaños del PP superarían a la suma del resto de los partidos. Con Ciudadanos, llegaría a los 169. Pedro Sánchez sigue insistiendo en que no facilitará ni por activa ni por pasiva que Rajoy siga en la Moncloa, aunque el PSOE está dividido y será el comité federal del 9 de julio el que decida. Los socialistas descartan totalmente entrar en un Gobierno de coalición con Rajoy, como prefiere el líder popular, por lo que la única la opción es que barones como Susana Díaz, Guillermo Fernández-Vara o Emiliano García-Page forzaran la abstención en la investidura, a la que se resiste el secretario general.

Pacto sin el PSOE

Rajoy, con apoyo de Ciudadanos, PNV y Coalición Canaria.  Otro escenario que posibilitaría su investidura, aunque mucho más difícil, es un pacto con la formación naranja, los nacionalistas vascos y los canarios. Suman 175 diputados, a solo uno de la mayoría absoluta, lo que supone que será necesaria al menos una abstención. Esta podría ser la del diputado de Nueva Canarias, Pedro Quevedo, quien ha ido en las listas del PSOE pero es autónomo. Esto permitiría a Sánchez salvar la cara y mantener su palabra de no facilitar la investidura de Rajoy. En todo caso, este pacto significa el apoyo de Ciudadanos, que Rivera descarta de momento, y el del PNV, que afronta a finales de año sus propias elecciones, en las que le perjudicaría haber facilitado la investidura a Rajoy. Aunque podría venderlo al electorado si obtiene a cambio contrapartidas importantes.

Pacto transversal

Pedro Sánchez, con apoyo de Unidos Podemos y Ciudadanos. Aunque resulta muy difícil imaginar cualquier escenario en el que no gobierne el PP, que ha sacado una distancia de 52 escaños al segundo, el líder del PP no tiene asegurado, ni mucho menos, ser presidente. Matemáticamente al menos, existen otras posibilidades. Una de ellas sería la del llamado pacto transversal en el que Sánchez podría ser presidente sumando el apoyo de Unidos Podemos y Ciudadanos (188 escaños). Es la opción que planteó en la pasada y fallida legislatura el líder socialista para lograr su investidura. Pero resulta imposible, entonces y ahora, porque tanto los de Pablo Iglesias como los de Albert Rivera la descartaron y la descartan por completo de antemano, por más que llegaran a sentarse en una mesa para negociarla.

Izquierda y nacionalismo

Pedro Sánchez, con apoyo de todos salvo el PP y Ciudadanos.  Sería el negativo del posible pacto entre el PP, Ciudadanos, el PNV y Coalición Canaria. Al igual que ese otro bloque, Sánchez podría llegar a esa cifra de 175 sumando el voto de todos los partidos independentistas, incluido Bildu, más el de Unidos Podemos. Se quedarían a un solo escaño de la mayoría absoluta y necesitaría por tanto al menos la abstención de alguno de los diputados de uno de los otros grupos. Es un pacto imposible también porque la ejecutiva federal del PSOE ya dejó clara su negativa rotunda a alcanzar el Gobierno con el apoyo activo o pasivo de cualquier partido que defienda el derecho de autodeterminación o el referendo de independencia. En este caso, debería tener el voto favorable de todos ellos en la sesión de investidura, lo que comportaría la exigencia de contrapartidas que resultarían inaceptables para el PSOE.