La palabra Galicia fue la más utilizada en las nueve convocatorias autonómicas. En la última, Feijoo acudió con un «Galicia primero» y Pachi Vázquez con un «Galicia decide»
11 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.El recurso de desenfocar a los candidatos locales para aprovechar el tirón de los nacionales fue bastante común en aquellos primeros años de la autonomía, cuando el espacio político gallego no estaba ni mucho menos consolidado. Aún hoy hay partidos que recurren a la práctica del paracaidismo, priorizando a sus líderes nacionales o apoyando paternalmente a sus candidatos nativos. Xosé Luis Barreiro fue el estratega de la campaña que dio el inesperado triunfo a Alianza Popular (AP) en octubre de 1981, con un Manuel Fraga, entonces líder nacional de AP, que capitalizó la imagen del partido en Galicia.
Barreiro fue el hombre que, desde un laboratorio político primigenio, cambió la imagen de un Fraga centralista, «incluso contrario a las autonomías y sus banderas», admite. Escribió el célebre «Galego coma ti» en las bases para el concurso de la campaña al que optaban varias agencias, «pero yo no me había fijado en la frase». Antonio Aguilar, el director creativo de Interalas, la rodeó con un rotulador rojo.
Cuando la vio subrayada, lo tuvo claro. Era el eslogan y la filosofía de la campaña. «Teníamos que conquistar la condición de galegos, que se nos negaba. Sin teorizar sobre la galeguidade, sin explicaciones, galegos coma ti, ni más ni menos». En ese complejo proceso de conversión al galleguismo, «sin comprometer la posición de Fraga a nivel estatal» y con el acuerdo total del dirigente, Barreiro remitía decenas de documentos a Fraga vía Luis Ortiz, hasta que el futuro presidente de la Xunta le dijo: «Deja de traerme papeles y tráeme al que hace los papeles».
Barreiro niega que se ocultara a Albor y se priorizara a Fraga. «No pensábamos ganar y nos planteamos unas elecciones parlamentarias puras, sin candidato a la presidencia», dice. En realidad, fue el primer ensayo para la búsqueda de lo que Fraga denominaba la «mayoría natural», un cuerpo social de centroderecha, más conservador que liberal, que respiraba cierto galleguismo. Y convirtieron en desafortunada para la historia la célebre frase del expresidente José Quiroga. «Que UCD pierda la mayoría sería casi como cambiar el rumbo del Amazonas».
El hilo ideológico del «Galego coma ti» se mantuvo vivo en la estrategia electoral del centroderecha gallego, e incluso llegó a impregnar a otras fuerzas políticas. A menudo estaba marcado por un matiz presidencialista, como el lema con el que Manuel Fraga acudió a su primera cita electoral gallega: «O presidente para un gran Pobo». El hecho de escribir con mayúscula la palabra Pobo, en absoluto casual, fue emulada por varias campañas posteriores del BNG, como el «A túa forza move este País»; «Un País novo»; «O País entre todos», este último utilizado por un Beiras que quería afianzar el sorpasso al PSOE en el 2001.
Estas ideas fuerza, resumidas en una frase, contrastan con la expuesta por el PSdeG en un cartel para las autonómicas del 2005. «Se tes unha idea que pode axudar a mellorar Galicia, temos un partido que pode poñela en marcha». El cartel iba acompañado de un correo electrónico para que los ciudadanos aportaran sus propuestas, en uno de los primeros intentos de interactividad electoral.
La palabra Galicia fue sin duda la más utilizada en las nueve convocatorias autonómicas. En la última, Feijoo acudió con un «Galicia primero» y Pachi Vázquez, el candidato socialista, con un «Galicia decide». En esos mismos comicios, Mario Conde se adelantó a Pablo Iglesias con el eslogan «Juntos podemos». Pero a él no le sirvió de nada.