Lo que parecía imposible ocurrió el 19 de octubre de 1997. El BNG, con Xosé Manuel Beiras como candidato, logró el sorpasso al PSOE con 18 diputados (cinco más que en 1993), mientras la coalición liderada por los socialistas bajaba cuatro escaños y se quedaba en 15
20 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Lo que parecía imposible ocurrió el 19 de octubre de 1997. El BNG, con Xosé Manuel Beiras como candidato, logró el sorpasso al PSOE con 18 diputados (cinco más que en 1993), mientras la coalición liderada por los socialistas bajaba cuatro escaños y se quedaba en 15. Fraga se hacía con su tercera mayoría absoluta con un leve desgaste en escaños (pasó de 43 a 42 diputados), aunque se mantuvo por encima del 52 % de los votos. Esta noticia, esperada, pasó a un segundo plano por los buenos resultados del BNG. Un Beiras exultante anunciaba que se iniciaba el camino para que Galicia, como las otras dos nacionalidades históricas, pudiera contar con un Ejecutivo nacionalista.
Mario López Rico fue el director de aquella campaña tan exitosa del Bloque que se centró en el candidato Beiras. Casi veinte años después y con quince campañas a sus espaldas, recuerda que en aquel momento, «como agora, había un amplo sector de electores que non tiñan representación política o no se vían representados polos dous grandes partidos. E ademais querían o cambio». El diseño de la campaña se basó precisamente en la transversalidad, con un mensaje presidencialista -«Un presidente para un país»- con el objetivo de llegar al máximo número de personas, fueran nacionalistas o no. López Rico asume que en aquellas elecciones recibieron un amplio apoyo desde sectores no nacionalistas. En su opinión, las claves de aquella campaña estuvo en la profesionalización -contaron por primera vez con expertos en comunicación, estrategia electoral y diseñadores-, en «non equivocarse de inimigo» -tenían claro que había que desalojar a Fraga y no pelear por el segundo puesto- y en poder contar «con un animal político como Beiras».
El días después, Francisco Vázquez echó un capote al candidato socialista, el actual alcalde de Vigo Abel Caballero, al recordar que sacó más votos que él mismo cuando concurrió a las autonómicas. No obstante, el entonces secretario general del PSdeG también anunció una reflexión interna -los socialistas se desangraron, entre otras razones, por sus desavenencias internas- mientras que Caballero asumía toda la responsabilidad por el resultado. El PSOE acudió a los comicios en una coalición con Esquerda Unida-Esquerda de Galicia y Os verdes. Cuando se constituyó la Cámara, los dos diputados de estas formaciones que fueron en las listas con los socialistas se pasaron al grupo mixto.
A aquel Parlamento volvieron políticos con solera, como Camilo Nogueira -integrado en el BNG- y Anxo Guerreiro.