Vitoria atribuye a la buena marcha laboral la falta de aspirantes a agentes de la Ertzaintza
ESPAÑA
Por primera vez desde la creación de la Ertzaintza, el departamento de Interior vasco no ha podido asignar todas las plazas convocadas para completar una promoción de la policía autónoma. Sólo 232 de las 281 vacantes ofertadas han sido cubiertas por unos agentes que ingresarán en la academia de Arkaute (Álava) en febrero y estarán en la calle a finales de este mismo año. El portavoz del Gobierno vasco, Josu Jon Imaz, atribuyó a la buena marcha del empleo la dificultad para cubrir la oferta de plazas. Para Imaz, las dificultades son «suma de muchos factores» y, aunque no descartó la incidencia negativa que puede representar el hecho de que ETA haya colocado a la policía vasca en su punto de mira, destacó que «el factor clave y determinante» es la «mejora de la situación laboral» en Euskadi, que ha pasado de cifras del 25% de paro, o el 55% de desempleo juvenil, en los años 1993 y 1994, a menos del 10% en la actualidad. Para la Consejería de Interior, según sus portavoces, la falta de candidatos es una circunstancia «no preocupante», debida a que la «situación económica no tiene nada que ver con la de otros años y la Ertzaintza ha dejado de ser una salida laboral». Para cubrir las vacantes se realizará en breve una nueva convocatoria. Miedo Los sindicatos de la policía autonómica achacan lo sucedido al miedo. «La situación está muy difícil y complicada. Mientras siga la presión de ETA, los ciudadanos no se van a plantear ser ertzaina como profesión de futuro», aseguran. La escasez de efectivos abre serios interrogantes sobre la nueva estrategia policial de la Ertzaintza, cuya plantilla actual es de 7.300 agentes. Nada más producirse el asesinato de los dos patrulleros en Beasain, hace ahora casi dos meses, la consejería dirigida por Javier Balza optó por reformar los sistemas operativos, muy criticados por las centrales sindicales, al considerar que ETA preparaba una ofensiva terrorista contra el Cuerpo. El atentado contra los agentes Ana Isabel Aróstegui y Javier Mijangos pudo influir en el ánimo de los candidatos de la decimoséptima promoción: 79 de ellos no se presentaron a la última prueba de selección, una entrevista personal celebrada poco después del crimen.