Los otros dos proyectos estratégicos del PP hasta las próximas elecciones generales son las nuevas normativas educativa y fiscal José María Aznar anunció ayer, en el segundo aniversario de su victoria electoral y ecuador de la legislatura, que en los dos próximos años se propone llevar a cabo una profunda reestructuración de la Administración central para adaptar su aparato organizativo y de personal a las nuevas funciones que le corresponde desempeñar
13 mar 2002 . Actualizado a las 06:00 h.Estas reformas tienen lugar cuando el Gobierno da por culminado el proceso de transferencias a las comunidades autónomas. Éste es el proyecto más ambicioso del dirigente popular antes de dejar el poder, junto a las otras dos grandes reformas pendientes -la educativa y la fiscal-, que ya han sido iniciadas. La receta de Aznar es que la Administración central se limite a coordinar en lugar de gestionar, aunque no concretó mucho más. «Culminadas las transferencias ¿dijo ayer el presidente del PP ante la Junta Directiva Nacional del partido¿, las comunidades autónomas tienen más funcionarios que la administración general del Estado, y eso nos obliga a una actualización estratégica de ésta y a afrontar la segunda descentralización». El jefe del Ejecutivo cree que, en la negociación del Pacto Local para poner en marcha esa segunda descentralización desde las autonomías a los ayuntamientos, se verá «dónde están algunos centralismos» y quién practica «un municipalismo de escaparate». Fuentes gubernamentales señalaron que lo que resta de legislatura es «tiempo suficiente» para afrontar esta reestructuración, que fue anunciada por el presidente del Gobierno en su discurso de investidura y sus líneas fundamentales se resumen en la ponencia del Congreso del PP, de enero de este año, bajo el planteamiento de El Estado en el siglo XXI . No se descarta un cambio también en el reparto de ministerios, pero las fuentes consultadas aseguran que éste no es el asunto prioritario, sino que «hace falta determinar, sobre todo, el personal y la estructura organizativa que exigen las nuevas funciones». «Etapa de regresión» El balance de la primera mitad de la legislatura es mucho menos radiante para la oposición. Los dos años de mayoría absoluta del PP han sido un periodo que, para el PSOE, han supuesto una «pérdida de derechos para los ciudadanos», según su portavoz, Jesús Caldera. En nombre del Gobierno vasco, Josu Jon Imaz aseguró que los populares han practicado una «política de regresión autonómica y democrática». Y el presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, reconoció que han sido dos años «beneficiosos para Cataluña», aunque «difíciles» de negociar con el PP.