Mientras Santa Pola focaliza la acción policial, Cambados ha cobrado protagonismo en lo político. Allí, el vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy, declaró ayer que la ilegalización de Batasuna «podría estar resuelta a finales de año».
13 ago 2002 . Actualizado a las 07:00 h.Rajoy concede una «magnífica» oportunidad al PNV para corregirse: «Puede estar de acuerdo con los fines políticos de Batasuna, pero nunca ha estado de acuerdo con la actuación armada de ETA». No se trata ahora -subrayó- «de ir contra ninguna idea, sino de ir contra alguien que mata y que priva a los demás de sus derechos y libertades». Así, advirtió al PNV que si no apoya la ilegalización, «seguirá con su postura de ambigüedad y generando dudas». El Ejecutivo aceptaría la petición del Congreso el 30 de agosto, en el Consejo de Ministros. Así, los días 2 ó 3 de septiembre se presentaría la documentación en el Tribunal Supremo, con lo que, según sus cálculos, se tardaría entre 3 y 6 meses en que el asunto estuviera «resuelto». El trabajo que se está haciendo estos días, en colaboración con los partidos y desde la Abogacía del Estado, es demostrar «lo que todos sabemos que es una realidad: que Batasuna y ETA es lo mismo». El PNV, en contra Fuentes del Gobierno vasco insistieron en que el lendakari «se ha posicionado de manera inequívoca» en contra de poner a Batasuna fuera de la ley. Por eso, según el portavoz del PNV en Cortes, Iñaki Anasagasti, el voto será contrario. «Aunque no nos guste, esta ley es democrática y legal, y nosotros votaremos que no, porque aquí la única ilegal es ETA», explicó. El Gobierno vasco cree que la iniciativa va «en contra de la pluralidad» y supondrá «echar un capote» a Batasuna, según expresión del portavoz Josu Jon Imaz. Un aspecto en el que incidió el portavoz del BNG en el Congreso, Francisco Rodríguez, que dijo que la aplicación de la ley «hará irreversible el proceso de deterioro político existente en Euskadi» y «aumentará la violencia». El diputado, que anunció la abstención del Bloque, recordó que es muy importante saber distinguir las conductas delictivas de las opiniones aunque éstas, concluyó, «nos parezcan nauseabundas». Un talante similar al mostrado por el alcalde donostiarra, el socialista Odón Elorza, quien explicó que le preocupa que se generen expectativas que luego no se van a poder cumplir, «porque una cosa es la actividad de la violencia y otra es la actitud de Batasuna, y creo que es inadmisible que no exprese el rechazo que provocan los atentados», matizó Elorza. Por su parte, PSOE e IU rechazaron que el PP mezcle la negociación del marco vasco de competencias en el intento de que el PNV se implique en el proceso de ilegalización.