El PSOE critica que el ex presidente no informara y el PP acusa al Ejecutivo de dañar a España El Gobierno considera «normal» que Aznar vea a su «viejo amigo», el presidente de EE.UU.
10 nov 2004 . Actualizado a las 06:00 h.El Gobierno anunció ayer, en plena crisis de las relaciones entre los presidentes norteamericano, George W. Bush, y español, José Luis Rodríguez Zapatero, la inminente visita de los Reyes de España a EE.UU. El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, indicó que este viaje podría producirse en los primeros meses del 2005. Antes de eso, el 8 de diciembre, el propio Moratinos se reunirá con el secretario de Estado norteamericano Collin Powell. La visita de los Reyes, que sí mantienen buen trato con el matrimonio Bush, podría enderezar las difíciles relaciones entre los gobiernos español y estadounidense. La tensión entre la administración norteamericana y española se ha visto agravada por la visita de José María Aznar a Bush mientras Zapatero no ha conseguido siquiera que el líder estadounidense le devuelva la llamada de felicitación que le efectuó la semana pasada. Bush sí ha tenido ese detalle con muchos otros mandatarios de países menos relevantes. La Casa Blanca confirmó ayer que esa llamada no se ha producido. «Les mantendremos informados si hay una», se limitó a señalar con ironía el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, cuando fue preguntado. Cuanto antes, mejor Moratinos trató de restar trascendencia al encuentro entre Aznar y Bush y limitó su alcance a una reunión «de viejos amigos» que el Gobierno ve con «normalidad absoluta». Eso sí, añadió que «imagino que hablaría de temas que no afectan a los españoles porque si no habría tenido la cortesía y la responsabilidad de transmitírselo al Gobierno». «Si llama, Zapatero responderá la llamada y conversarán sosegadamente», añadió el ministro. Pese a todo, Moratinos expresó su deseo de Zapatero y Bush se reúnan «cuanto antes mejor» aunque, dijo, «imagino que será en el año 2005». Frente a la diplomacia de Moratinos, dirigentes del PSOE expresaron su malestar con Aznar y recordaron que el propio Zapatero informó al Gobierno de su reunión con el rey de Marruecos en diciembre del 2001 e incluso pidió una cita a Aznar que éste le negó. Desde el PP, su portavoz Eduardo Zaplana justificó la reunión diciendo que Bush le está «tremendamente agradecido» a Aznar y acusó al PSOE de haber desaprovechado esa situación de forma «ridícula y absurda». En el mismo sentido, la comisaria de Transportes de la UE, la popular Loyola de Palacio, dijo que a Bush «no parece que le guste mucho» Zapatero y añadió que le gustaría que el presidente tuviera «la misma capacidad de interlocución» que su predecesor. El secretario general del PP, Ángel Acebes, insistió en que la reunión tuvo «carácter privado» y acusó a Zapatero de causar «graves daños a los intereses de España». Pero reveló también que Aznar tampoco informó al PP y que él mismo se enteró de la entrevista el mismo día que se produjo.