Los jueces consideran imposible que Batasuna participe en las elecciones

ESPAÑA

JUAN HERRERO

El sector progresista y el conservador del Consejo General del Poder Judicial lo descartan El PNV dice, sin embargo, que el Gobierno está estudiando legalizarla.

12 feb 2005 . Actualizado a las 06:00 h.

Los jueces consideran imposible que Batasuna participe en las elecciones vascas del 17 abril. Sin embargo, el PNV asegura que el Gobierno está sopesando la posibilidad de buscar alguna fórmula para que la izquierda aberzale se presente en los comicios para lo que mantiene contactos con la organización ilegalizada. Por su parte, el Ejecutivo insiste en que la única vía posible sería que la coalición independentista condenara la violencia». «Hoy día es jurídicamente inviable porque hay una sentencia firme del Tribunal Supremo que considera ilegal a Batasuna», asegura a La Voz José Luis Requero, vocal de la mayoría conservadora del Consejo General del Poder Judicial. Lo mismo opina su compañero Javier Martínez Lázaro, de la minoría progresista. «Jurídicamente es absolutamente imposible que una organización terrorista concurra a las elecciones y éticamente resulta repugnante», asegura. Requero considera que Batasuna no podría concurrir ni siquiera si condena la violencia porque la sentencia del Supremo la equipara a una organización terrorista. «No se trata de que se les impida participar por algo subjetivo, sino objetivo», añade. Además, señala que el hecho de que figura en la lista de organizaciones terroristas de la Unión Europea es otro factor insalvable para la legalización. No hay tiempo En su opinión, no hay tiempo suficiente para que se derogue la Ley de Partidos, por lo que la única posibilidad de que se presentara la izquierda aberzale sería que en su lista no apareciera nadie vinculado a Batasuna ni que haya hecho cualquier tipo de declaraciones justificando las acciones de la banda terrorista. Martínez Lázaro, vocal del CGPJ para el País Vasco, considera, además, que Batasuna nunca condenará la violencia, «porque nadie se condena a sí mismo». «ETA tiene que dejar de matar y Batasuna dejar de apoyar a los que matan, es así de sencillo», afirma. «Lo que es descabellado es que participen unos candidatos escoltados y que quieran participar quienes les amenazan de muerte o les matan cuando se descuidan». El diputado del PNV Emilio Olabarria considera que la legalización de Batasuna es sólo una cuestión de «voluntad política». Es de la misma opinión que el presidente de su partido, Josu Jon Imaz, que ha asegurado que la cuestión se podría resolver «en 48 horas» si quisiera el Gobierno. Conversaciones Olabarria asegura a La Voz que los socialistas están manteniendo conversaciones con dirigentes de la organización ilegalizada y deja entrever que estarían tratando sobre las condiciones que tendrían que darse para que la izquierda aberzale participara en los comicios. Dado que el PNV insiste en que el Gobierno está también manteniendo contactos con ETA, se trataría de llegar a un acuerdo global que implicara una tregua de la banda terrorista, un compromiso sobre el futuro de sus 717 presos y un acuerdo para que una lista afín a Batasuna concurriera a los comicios, aunque con otro nombre. «Los socialistas están evaluando si la presencia de Batasuna puede quitar votos al tripartito y actuarán según sus propios cálculos electoralistas», afirma el ex consejero del Poder Judicial. Para Olabarria, los socialistas y Batasuna tienen un «enemigo común», que es el tripartito. «La política hace extraños compañeros de cama», afirma parafraseando a Churchill. Olabarria destaca las declaraciones del diputado batasuno Joseba Álvarez, que dijo que Ibarretxe les había hecho perder un «mes de oro» al adelantar las elecciones previstas para mayo. «Ignoro lo que significa ese enigmático plazo, pero seguramente tiene que ver con esos contactos», afirma. «Tan irregular fue la ilegalización como puede serlo la legalización», mantiene el diputado peneuvista. Requero asegura que quien dice eso «desconoce nuestro ordenamiento jurídico totalmente, porque supondría un incumplimiento abierto del mismo, aunque con el precedente del plan Ibarretxe no hay que extrañarse». Pero Olabarria insiste: «Depende de que ambientalmente haya una situación de paz y de los pronunciamientos que haga Batasuna». Ni siquiera, añade, haría falta una condena expresa de la violencia, aunque Arnaldo Otegi ya lo hizo al decir que había que «evitar los elementos de militarización».