Del modelo francés a la política para millonarios de EE.UU.

La Voz T. G. | REDACCIÓN

ESPAÑA

Análisis | ¿Partidos públicos o privados? El debate sobre el nuevo texto pone encima de la mesa la cuestión sobre si la financiación de los partidos debe de ser privada o depender de las ayudas institucionales

28 nov 2005 . Actualizado a las 06:00 h.

El gran intento de modificar la Ley de Financiación de Partidos de 1987 tuvo lugar doce años después, en 1995, año en que incluso se llegó a crear una comisión parlamentaria cuyas conclusiones no fueron tenidas en cuenta, porque PNV y CiU vetaron un acuerdo de populares y socialistas para acabar con las donaciones anónimas. Dos años después, el Congreso debatió hasta cinco proposiciones de ley destinadas aportar más trasparencia a la financiación de los partidos, pero la batalla política desencadenada a raíz del caso Filesa hizo imposible llegar a un acuerdo. El debate que actualmente se libra en el Parlamento pone en realidad sobre la mesa la cuestión sobre si las formaciones políticas españolas deben de gozar de una financiación mayoritariamente pública, como ocurre en casi toda Europa, o privadas, como en el modelo estadounidense, en el que es casi imposible alcanzar un cargo público si no se tienen muchos millones de dólares Los partidos son, formalmente, entidades privadas, aunque por su dependencia de las subvenciones se podría considerar organizaciones semi-públicas. A diferencia de los partidos estadounidenses, financiados casi exclusivamente por capitales privados, durante la transición española se optó por un modelo híbrido, partiendo del sistema predominante en Europa en los años 70, que garantizara la fortaleza de unas entidades prohibidas durante 40 años de dictadura. Ese carácter mixto se traduce, por ejemplo, en que la capacidad sancionadora está en manos de un Tribunal de Cuentas que depende directamente del Parlamento, es decir, de los propios partidos en último término. Sus críticos también advierten que el hecho de limitar por ley las aportaciones privadas puede hacer que surjan tentaciones de infligir la ley. Pero, ¿cómo se financian los partidos en el resto de Europa? Reino Unido La financiación es mixta. Los partidos reciben ayudas estatales y donaciones privadas, que desde el año 2001 son controladas por un organismo independiente. Estas pueden proceder de personas físicas, sindicatos o empresas, y su identidad debe ser comunicada siempre que la aportación supere las 5.000 libras -unos 7.250 euros-. Francia Las donaciones de empresas están prohibidas. Las personas físicas pueden aportar fondos sin sobrepasar los 4.573 euros. Si la cifra es superior a 153 euros, la aportación debe de hacerse en un cheque nominativo, nunca en dinero efectivo. Tanto estos ingresos como los públicos, aprobados anualmente por el Parlamento, son vigilados por una comisión independiente. Italia Desde 1997 están prohibidas las donaciones anónimas y los partidos están obligados a publicar un listado anual con sus contribuyentes. Las aportaciones conllevan una desgravacion fiscal del 22%. Alemania Las donaciones anónimas están permitidas siempre que no superen los 10.000 euros. Las aportaciones en efectivo están limitadas a 1.000 euros.