Maragall nombra consejero al autor de las polémicas cartas de Esquerra

Paco Soto BARCELONA

ESPAÑA

La remodelación de la Generalitat pretende poner en marcha el Estatut y salvar el tripartito Los partidos del Gobierno arropan a su presidente, mientras CiU y PP se mofan

20 abr 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, precipitó la remodelación de su Gobierno para tratar de superar la grave crisis que vive el tripartito, preparar con equipo más cohesionado al referéndum del 18 de junio sobre el Estatut e intentar agotar la legislatura. El jefe del Ejecutivo catalán compareció ayer para explicar el alcance de la segunda crisis en su equipo de colaboradores tras casi dos años y medio de legislatura. Maragall, visiblemente crispado y sin aceptar preguntas, leyó un escueto comunicado que detalló los cambios que afectan a seis carteras: Trabajo e Industria, Cultura y Agricultura regidas por los socialistas; Gobernación y Administraciones Públicas y Universidades asignadas a los republicanos; y Medio Ambiente tutelada por Iniciativa. El presidente catalán, en contra del análisis que hacen muchos en su propio partido, así como sus socios ERC e ICV-EUiA, analizó la remodelación en clave positiva, y señaló que tomó la decisión para dotar de un nuevo impulso al Gobierno de la Generalitat tras la aprobación del nuevo Estatuto. «El día siguiente del referéndum, el Gobierno trabajará a pleno rendimiento para su aplicación», destacó. ?En este sentido, Maragall, que el pasado octubre intentó sin éxito remodelar el Ejecutivo autónomo por la oposición del PSC, Esquerra e Iniciativa, se comprometió a conseguir que en la segunda parte de la legislatura el Gobierno saque «el máximo partido» de las posibilidades del nuevo texto estatutario. Sintonía En la misma línea triunfalista, el presidente de la Generalitat aseguró que los efectos de la acción de su Gobierno «se harán notar en todos los ámbitos y en todas partes», subrayó la «sintonía» que el PSC mantiene con los socios del tripartito y dedicó un elogio especial al consejero jefe, el republicano Josep Bargalló. Aunque Maragall no lo dijo en su comparecencia informativo, fuentes de ERC manifestaron su «relativa satisfacción» por la remodelación porque elMaragall «ha tenido que aceptar» su propuesta de nombrar consejero de Gobernación a Xavier Vendrell, actual secretario general del consejero jefe, y responsable de Organización y Finanzas del partido, en cuya condición envió las cartas a cargos de la Generalitat para reclamar el pago de cuotas a la formación republicana. Cese el polémico Carretero Vendrell, de la máxima confianza del secretario general de ERC, Joan Puigcercós, sustituye al controvertido Joan Carretero, quien tachó a José Luis Rodríguez Zapatero de «españolista demagogo», unas palabras por las que Maragall exigió un rectificación, pero que se solventaron con unas vagas disculpas. El cese de Carretero fue aplaudido el PSC, mientras que desde ERC se recalcó que su relevo fue aceptado a cambio de colocar en Gobernación a un hombre de la importancia política de Vendrell. Desde las filas de la oposición, el portavoz parlamentario de CiU, Felip Puig, valoró »la crisis abierta« por la remodelación como «un intento» de Maragall de «mantener la agonía del Ejecutivo y «sobrevivir en el poder». En su opinión, estos relevos son «la constatación del fracaso del tripartito» y demuestra «la falta de autoridad y liderazgo» de Maragall. En nombre del PP catalán, su portavoz parlamentario, Francesc Vendrell, tachó de «ridículo» a Maragall, porque «no manda» y «no tiene capacidad para nombrar a su gobierno». El Gobierno presidido por Rodríguez Zapatero también salió en defensa del gobernante catalán y confió en que la remodelación no perjudique la tramitación del 'Estatut' y la posterior campaña del referéndum. La vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, consideró que esta crisis «ni puede ni debe ni va» a entorpecer la aprobación del texto en el Senado e interpretó que la decisión del jefe del Ejecutivo catalán responde a un deseo de «impulsar nuevos tiempos» en la Generalitat.