El Gobierno confía en que la renuncia de Josu Jon Imaz a presentarse a la reelección como presidente del PNV no suponga un cambio sustancial en la estrategia de firmeza antiterrorista de esta formación ni tampoco afecte a su relación con los socialistas, tanto en Madrid como en el País Vasco.
El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, calificó de «temor infundado» la posibilidad de que la salida del actual presidente provoque en el PNV cambios en la política contra ETA.
«No creo que haya cambios porque el discurso contra ETA lo hemos hecho juntos y porque creo que la experiencia que el PNV tiene en relación con ETA es muy parecida a la que tienen el PP o el PSOE», afirmó el ministro.
El PP, por su parte, relacionó el anuncio de Imaz con el fracaso del proceso de paz impulsado por Zapatero. «Al final, al presidente del Gobierno todo le sale mal», bromeó el portavoz popular Eduardo Zaplana, quien dijo que el abandono es fruto de que en el Ejecutivo central y en el PNV «no existe ningún tipo de criterio».