El líder del PP, Mariano Rajoy, responsabilizó al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de la radicalización del nacionalismo en España y sustentó su acusación en la quema de retratos del Rey en Gerona, en otros incidentes protagonizados por independentistas catalanes, así como en la renuncia de Josu Jon Imaz como líder del PNV. Tras presidir el comité de dirección del PP vasco, el dirigente popular demandó al Ejecutivo socialista que tome medidas para perseguir a quienes prendieron fuego a la imagen del jefe del Estado.
«Fue una vergüenza -dijo en referencia a los sucesos de Gerona-, como otras cosas que han sucedido, y eso requiere que las fuerzas de seguridad del Estado actúen y que el Gobierno actúe», reclamó el líder de la oposición. Exigió una rectificación de la ministra de Administraciones Públicas, Elena Salgado, a la que acusó de justificar las amenazas e insultos que recibieron los dirigentes populares en Barcelona cuando participaban, el pasado martes, en la celebración de la Diada.
Sobre el abandono de Imaz, Rajoy afirmó que demuestra que con el presidente del Gobierno «los moderados siempre pierden» porque «ha dado alas a los nacionalistas más radicales». Para Rajoy es motivo de preocupación que la ponencia política aprobada por el PNV apueste por la celebración de una consulta ilegal.