La Guardia Civil investiga si una banda de ladrones extremadamente violenta y desarticulada ayer en Madrid guarda relación con el asalto sufrido por el empresario teatral José Luis Moreno el 20 de diciembre del año pasado en su chalé de Boadilla del Monte, confirmaron fuentes de la investigación.
En una operación conjunta con el Cuerpo Nacional de Policía, los agentes de la Guardia Civil detuvieron a ocho personas -entre ellas varios albanokosovares- responsables de múltiples asaltos a viviendas en Madrid y provincias limítrofes.
Fuentes de la investigación indicaron que la banda no dudaba en actuar con violencia y que su líder es un albanokosovar buscado en su país por el asesinato de dos policías.
Al parecer, la organización desmantelada ayer había perpetrado varios robos con violencia en chalés próximos al de José Luis Moreno y utilizaba un modus operandi muy similar al empleado en el asalto sufrido por el empresario.
No obstante, en los registros practicados hasta el cierre de esta edición los investigadores no habían encontrado ningún objeto que fuera sustraído en la casa de Moreno.
El 20 de diciembre del 2007, seis encapuchados asaltaron durante la madrugada el chalé que José Luis Moreno posee en la localidad madrileña de Boadilla del Monte. El artista, que supuestamente se resistió al robo al negarse a dar las combinaciones de sus dos cajas fuertes, recibió un golpe en la cabeza con una especie de hacha, por lo que tuvo que ser ingresado de urgencia en el hospital Puerta de Hierro.
Los asaltantes, que iban con pasamontañas, tenían muy bien estudiado el golpe. Una parte de ellos se fue hacia la casa donde están los siete trabajadores del servicio. Ninguno de ellos opuso resistencia. El resto, hasta completar seis, se dirigió hacia la vivienda principal, en donde estaba el empresario. Los ladrones huyeron a toda velocidad tras apropiarse de objetos de valor y de joyas.
Responsables de 40 robos
La Guardia Civil detuvo a diez personas, seis españolas y cuatro albanokosovares, integrantes de otra banda que cometió cerca de 40 robos en entidades bancarias y polígonos industriales de Andalucía, Castilla-La Mancha, Murcia, Comunidad Valenciana y Castilla y León.
Durante los asaltos, los integrantes de la banda vestían ropa oscura, pasamontañas y guantes y utilizaban linternas y transmisores portátiles para estar comunicados con otros miembros de la banda que, desde el exterior, realizaban labores de contravigilancia para alertar sobre una posible presencia policial.
Para cometer los robos, vigilaban las entidades bancarias o empresas seleccionadas, elegían el día y, aprovechando la madrugada, accedían a los locales utilizando instrumental y herramientas profesionales.
Dependiendo del número de integrantes del grupo que fuese a actuar o del volumen del botín que esperaban obtener, utilizaban un número variable de vehículos previamente sustraídos o alquilados con documentación falsa.
El dinero o la mercancía robada se hacía desaparecer por medio de receptadores o era enviada rápidamente a países del este de Europa.
Durante la operación Infante, el grupo contra la delincuencia organizada de la Guardia Civil practicó seis registros domiciliarios en los que intervino gran cantidad de objetos empleados para la comisión de los robos, así como una parte de la mercancía robada. Las investigaciones se iniciaron el pasado mes de abril, a raíz de un atraco cometido en un banco de Villaquirán de los Infantes (Burgos).