ZP propone y la economía dispone

Manuel Campo Vidal

ESPAÑA

El Gobierno reconoce que sus sucesivas medidas contra la crisis están tardando ?en notarse, pero está convencido de que acabarán teniendo un efecto positivo

30 nov 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

«El efecto de las medidas tomadas por el Gobierno está tardando en llegar pero llegará», le decía Celestino Corbacho, ministro de Trabajo, al presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, esta semana en el Club Siglo XXI de Madrid.

¿Y por qué tardan tanto, aun sabiendo que cada día cierran empresas que alimentan el paro y el desánimo? Pues la sensación que se extiende es que Zapatero propone pero la economía dispone. No se podrá negar la hiperactividad del presidente para encontrar soluciones, desde el plano internacional -reunión del G-22 en Washington y gestiones en Europa- a las propuestas de baterías de medidas concretas, como las anunciadas el jueves en el Congreso. Sin embargo, al terreno real, a la base, llega poco o nada.

El ejemplo más sangrante es el del crédito que ahoga a tantas pequeñas y medianas empresas. A las grandes también, claro, especialmente a las que comieron más de lo que su estómago financiero podía digerir. El caso de la suspensión de pagos de la inmobiliaria Habitat, la mayor después de Martinsa-Fadesa, es un claro ejemplo de ambición desmedida y hasta desbocada con resultados de tragedia para los empleados, los clientes y los accionistas. Fernando Martín quiso comerse a Fadesa, y Bruno Figueras a la división inmobiliaria de Ferrovial, que quedó en Habitat con un veinte por ciento del capital. Metrovacesa y Colonial están tomando sales de frutas en grandes cantidades para no terminar igual. La Caixa y Caja Madrid las asisten como pueden ante ese monumental empacho.

Tensa reunión

Pero los pequeños, las pymes que constituyen el 90% del tejido empresarial español, están a dieta estricta de crédito, con desmayos irrecuperables en bastantes casos. ¿No habíamos quedado en que el Gobierno movilizaba dinero y lo subastaba entre las entidades bancarias para que por ese canal llegara enseguida a las familias y las empresas? Sí, pero la subasta quedó desierta. Alfredo Sáenz, del Banco Santander, pidió que las ayudas a la banca fueran secretas, con el consiguiente alboroto. «Es que así nadie se atreve a pedir dinero porque el daño a su reputación puede ser irreparable», dice el presidente de una caja de ahorros. Aunque la entidad tenga inmaculados los índices de solvencia, algo que sucede a bastantes entidades, pocos creerían que no se trataba de una emergencia. En consecuencia, un pequeño desastre.

Ha trascendido una tensa reunión entre el secretario de Estado de Economía, David Vegara, y presidentes de entidades de ahorro en las que se presionó para que la subasta de dinero para créditos no quedara desierta. Pero la negativa fue rotunda. De ahí que se estudie aceleradamente otra forma para que el dinero pueda fluir sin «riesgo reputacional», concepto utilizado por algunos líderes bancarios en la reunión.

Entretanto, prolifera el cierre de empresas y el paro crece, aunque es verdad que también crece por otra razón, como describía en su conferencia Celestino Corbacho: crece la población activa. Es decir, cada vez hay más personas dispuestas a trabajar y que no pueden hacerlo por no encontrar empleo, con lo que la cifras alarmantes de paro que crecen de mes a mes, se alimentan de dos fuentes: los que han perdido el empleo y los que todavía no lo encontraron porque se acaban de incorporar al mercado de trabajo.

«Lo importante es que evitemos una argentinización del país con dos generaciones en el diván», advertía con razón Adolf Todó, director general de Caixa Catalunya, en un coloquio en Barcelona al que asistió Ana Patricia Botín. Para Todó, debemos vender la crisis con IVA, es decir con «I» de ideas, «V» de valores y con «A» de actitudes, porque, a su juicio, la innovación y la inversión también dependen de las actitudes.

Mientras el socorro crediticio no llega a las empresas, en la política andan enfrascados en viejas batallas: en el PP, con el sector duro moviéndole la silla a Rajoy; en el PSOE, con el temor de que la crisis afecte en las urnas, y en IU, tratando de representar en política lo que en física supone la desintegración del átomo. Galicia, País Vasco y Parlamento Europeo son tres citas electorales en solo seis meses que pueden dar paso a un mapa político sensiblemente distinto al actual. Atentos a lo que viene.