Será la primera celebración partidista en la que no tomará la palabra ningún lendakari tras el desalojo de Juan José Ibarretxe.
26 sep 2009 . Actualizado a las 21:21 h.La unidad interna y la búsqueda del liderazgo nacionalista frente a la alianza del PSE y PP que le permita iniciar la reconquista del poder perdido en Euskadi marcarán este domingo la celebración del Alderdi Eguna o Día del Partido del PNV. Será la primera celebración partidista en la que no tomará la palabra ningún lendakari tras el desalojo de Juan José Ibarretxe y su sustitución por el socialista Patxi López.
El PNV espera reunir mañana a 100.000 fieles en las campas alavesas de Foronda e intentará llevar a cabo una demostración de fuerza en una nueva edición del Alderdi Eguna. Será la trigésimo tercera edición, la más amarga, de la fiesta que se celebrará bajo el lema «Guztiok bat (Todos a una)», una celebración que llega cuatro meses después de haber cedido la Lendakaritza y el Gobierno vasco a pesar de ganar las elecciones vascas.
Este hecho hará que, por primera vez, el protagonismo del acto político recaiga en un único orador, el presidente del EBB, Iñigo Urkullu frente a las anteriores ediciones donde el líder del partido compartió tribuna y micrófono con el lehendakari, ya fuera Carlos Garaikoetxea, José Antonio Ardanza o Ibarretxe. Esta circunstancia obligó a la organización a dar más protagonismo a las bases, que participarán en la elaboración de un mosaico gigante con paneles de colores que formarán la mayor ikurriña nunca vista.
Fuentes de la dirección del PNV señalaron que la «unidad» será el eje del mensaje de Urkullu en un intento por «cerrar filas afrontar desde la cohesión interna» los retos que tiene ante sí la sociedad vasca y que pasan por aportar soluciones a la crisis económica garantizando el mayor nivel de protección y cobertura social posible, reforzar y ampliar el autogobierno, avanzar en el desarrollo de Euskadi como pueblo y el reto de paz y la «deslegitimación permanente de ETA».
Compromiso
«EL PNV va a demostrar que está a la altura de este pueblo», señalaron estas fuentes, que destacaron que a diferencia del acuerdo de socialistas y populares, «nuestro compromiso empieza y acaba en Euskadi, nuestra única razón de ser este país sin más dependencia que el respeto a la voluntad de la sociedad».
La formación nacionalista intentará trasladar a su militancia la necesidad de «reforzar su compromiso» con la vista puesta en las elecciones locales y forales en las que el PNV intentará recabar el apoyo de la sociedad como «líder natural del nacionalismo frente a coalición PSE-PP cuyo único objetivo es desalojarnos del poder de ayuntamientos y diputaciones tal y como han hecho con el Gobierno vasco sin proyecto político más allá de la búsqueda del poder».
En cualquier caso, el PNV no tiene previsto abordar a corto plazo el problema de designar a un líder que desde su papel de jefe de la oposición se convierta en referencia ante la sociedad y en alternativa al lehendakari Patxi López. La formación nacionalista no ha abierto aún ese debate, que queda para «el medio-largo plazo» pues aún faltan cuatro años para las próximas elecciones vascas y ahora toca preparar las locales y forales que se celebrarán en 18 meses.