El juez Baltasar Garzón ordenó la detención de Arnaldo Otegi y de otros ocho dirigentes de la izquierda aberzale
14 oct 2009 . Actualizado a las 02:00 h.Ni un respiro. Solo nueve meses después de la última operación para abortar la reconstrucción de la ilegalizada Batasuna, el juez Baltasar Garzón ordenó ayer la detención de nueve dirigentes aberzales que intentaban resucitar la coalición proscrita cumpliendo «instrucciones de ETA», con el objetivo de volver a las instituciones. Hubo una décima arrestada, una mujer que trataba de llevarse unos documentos. Entre los arrestados se encuentran personajes históricos como Arnaldo Otegi, la cara más visible de Batasuna; Rafael Díez Usabiaga, líder durante 16 años del sindicato independentista LAB hasta su renuncia en el 2008 y que nunca había sido arrestado, y Rufino Etxeberria, veterano dirigente que había salido en libertad el 7 de septiembre tras cuatro años en prisión.
En el momento de su detención, los tres estaban reunidos en la sede de LAB en el barrio de Igara, de San Sebastián. Según las investigaciones, en este lugar los arrestados fraguaban la reconstrucción de Batasuna en encuentros periódicos y secretos desde febrero, y para los cuales adoptaban «extremas medidas de seguridad».
De hecho, la inesperada cita de ayer entre Otegi, Díez y Etxeberria cogió por sorpresa a las fuerzas de seguridad, que se vieron obligadas a precipitar la redada, programada para la madrugada del miércoles. El adelanto sorprendió también a Garzón, que tenía previsto viajar a San Sebastián una vez terminara de tomar declaración a dos piratas somalíes.
En esa «cumbre de última hora» participaban la también detenida Sonia Jacinto, ex responsable del ilegal Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV), la marca electoral con la que Batasuna llegó al Parlamento Vasco, y Amaia Esnal, responsable de la ilegalizada Askatasuna.
Rostros menos conocidos
La redada contra el cuarto intento en un año y medio de recomponer la maltrecha formación también se llevó por delante a rostros menos conocidos del mundo aberzale que, según el magistrado de la Audiencia Nacional, ayudaban en esas reuniones secretas a los históricos a poner en marcha el embrión de Batasuna. Miren Zabaleta -hija del coordinador general de Aralar, Patxi Zabaleta, y arrestada en septiembre acusada por colaborar con organizaciones juveniles pro etarras- fue capturada cuando se dirigía a Navarra.
José Manuel Sierra Ugarte fue detenido en la localidad guipuzcoana de Hernani por la mañana, cuando iba a trabajar en la escuela en la que es docente. También fueron arrestados Arkaitz Rodríguez Torres, dirigente de Haika, heredera de la ilegalizada Jarrai y absuelto en el 2006 de ser miembro de los aparatos de captación de la banda; y el veterano José Luis Moreno Sagües, ex miembro de la mesa nacional de Batasuna y candidato de Euskal Herritarrok en 1999. Los domicilios particulares de todos los arrestados, así como la sede de LAB, fueron registrados durante horas por los agentes.
Los atestados de la Comisaría General de Información apuntan a que todos los detenidos habían acordado en las reuniones potenciar el proyecto «Bateragune», («todos juntos» o «lugar de encuentro» en castellano) como nueva marca de Batasuna, con el objetivo de volver a las instituciones y que conllevaría un «distanciamiento explícito de la violencia», que no condena del terrorismo. Un proyecto cuya cara pública era Zabaleta y en el que Otegi trabajaba desde la primavera pasada.
Mandos de la lucha antiterrorista informaron ayer que la investigación sobre este nuevo intento de incorporar a la política a la izquierda aberzale comenzó en febrero, solo unos días después de que otra redada descabezara con ocho detenciones la nueva dirección de Batasuna. La documentación encontrada al número dos de la logística de ETA, Ekaitz Sirvent, detenido en abril en París, confirmó que Otegi mantenía contactos con ETA durante supuestos viajes al sur de Francia para impulsar este proyecto, como apuntan los informes policiales enviados a la Audiencia Nacional.