Cepsa aporta al Supremo una carta en la que Garzón le pide que contribuya a sus cursos de Nueva York

Mateo Balín MADRID.

ESPAÑA

El consejero delegado del Santander, Alfredo Sáenz, declaró ante el juez que no conoce detalles de los patrocinios

27 may 2010 . Actualizado a las 09:23 h.

El magistrado del Tribunal Supremo que instruye la causa contra Baltasar Garzón por su presunta implicación en la obtención de unas subvenciones para unos cursos en Nueva York ha incluido en la investigación una carta que Garzón envió al presidente de la petrolera Cepsa en diciembre del 2005, coincidiendo con la celebración de las jornadas en la universidad, en la que le pide «contribuir a la iniciativa» y agradece el «interés que sé que has puesto en este proyecto». Un mes después, Cepsa aportó 100.000 dólares, que se sumaron a los 302.000 que dio el Banco Santander, entonces propietaria de una tercera parte de la petrolera.

El juez Manuel Marchena investiga si Garzón medió desde su condición de juez para la obtención de las subvenciones y si las entidades pagaron su sueldo o dieron dinero para su manutención durante su estancia en EE.UU., entre marzo del 2005 y junio del 2006, cuando disfrutó de una licencia de estudios. Por este motivo, los querellantes acusan a Garzón de un delito de cohecho.

La carta, enviada a Carlos Pérez de Bricio Garzón la encabeza con un «estimado Carlos», y añade que «espero que, al igual que lo han hecho otras entidades: BBVA, Caixa Cataluña, Telefónica y Endesa, puedas contribuir a la iniciativa», escribió.

Marchena llamó a De Bricio para que comparezca como testigo el 2 de junio y aclare el papel de Garzón en las subvenciones, mientras que ayer declaró el que fuera vicepresidente de Cepsa en el 2005 y ahora consejero delegado del Santander, Alfredo Sáenz, quien negó conocer detalles de los patrocinios.

El abogado de Garzón, el ex fiscal Enrique Molina, negó que su cliente solicitara «directamente» dinero a la petrolera, aunque sí reconoció el envío de la misiva. Los querellantes, los abogados José Luis Mazón y Antonio Panea, vinculan los 100.000 dólares que aportó Cepsa con el salario que percibió el juez por dirigir los cursos.