La «reflexión» de Blanco sobre las diputaciones desata la polémica dentro y fuera del PSOE

P. de las Heras / Colpisa

ESPAÑA

Abel Caballero asegura que «lo mejor» sería que las diputaciones provinciales desaparecieran en las grandes ciudades y anima al Gobierno a hacerlo por decreto.

07 jun 2010 . Actualizado a las 22:50 h.

El ministro de Fomento, José Blanco, sembró este lunes la polémica con su idea de abrir una reflexión sobre la existencia de las diputaciones provinciales. Incluso en sus propias filas. La secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, advirtió que su partido no tiene aún una propuesta concreta sobre este asunto, pero se mostró partidaria de incluir un análisis sobre el papel de estas entidades en el examen más general que se está llevando a cabo sobre la «racionalidad y eficacia» de los gastos públicos.

Acabar con este escalón de la administración que, fundamentalmente, colabora en la gestión de la actividad municipal sería en todo caso complicado. Primero porque, como recordó el portavoz socialista en el Congreso, José Antonio Alonso, exigiría una reforma constitucional. Pero, además, porque sería muy difícil llegar a un consenso. La sola sugerencia genérica del vicesecretario general socialista, en una entrevista a COLPISA, provocó el entusiasmo y el recelo de los socialistas a partes iguales.

El más entusiasta fue el alcalde de Vigo, Abel Caballero, quien defendió que en un país que necesita ahorrar recursos «lo mejor» sería que las diputaciones provinciales desaparecieran allí donde hay grandes ciudades. Incluso animó al Gobierno a hacerlo por decreto. Pero allá donde los socialistas controlan estos entes, sobre todo en Andalucía y Extremadura, la reacción fue otra.

El presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, abogó en Onda Cero por un acuerdo entre los dos grandes partidos para revisar «en profundidad» las administraciones públicas, pero también lanzó una puya al advertir que «no es tiempo para estar soltando píldoras todos los días» sino de trabajar con «criterios objetivos». Y el vicesecretario general del PSOE andaluz, Rafael Velasco, defendió la labor de las diputaciones y avisó de que el Estatuto de Andalucía, recientemente aprobado, «reafirma» su trabajo diario.

El PP tampoco se mostró especialmente dispuesto a aplicar por ahí la tijera. La secretaria general de la formación, Dolores Cospedal, adujo que habría que abordar una racionalización de todo el sector público «antes de empezar a hablar de organismos concretos».

Lo cierto es que, hace apenas una semana, su jefe de filas, Mariano Rajoy, defendió como una buena idea la disminución del número de ayuntamientos llevada a cabo en Grecia para adelgazar el tamaño de la administración. Esa fue otra de las sugerencias de Blanco, que cuestionó el sentido de que haya «miles» de pequeños gobiernos locales sin capacidad de inversión y sin más gasto que el gasto corriente. Para José Antonio Alonso sería «interesante» que se estudie la agrupación de municipios para optimizar recursos, ahorrar costes y prestar mejores servicios a los ciudadanos. Eso sí que tendría «cobertura constitucional», dijo, y además cuenta con el apoyo de formaciones como CiU.