Los socialistas impiden que el Ejecutivo explique en el Congreso lo sucedido en Melilla

Enrique Clemente Navarro
Enrique Clemente MADRID/LA VOZ.

ESPAÑA

24 ago 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Los socialistas, con el apoyo de los nacionalistas e IU, impidieron ayer que los ministros de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, y de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, den explicaciones inmediatamente en la Cámara Baja de los sucesos ocurridos en la frontera de Melilla con Marruecos. La Diputación Permanente del Congreso rechazó sus comparecencias con los votos en contra del PSOE, CiU, ERC e IU, las abstenciones del PNV y el BNG y los favorables del PP y UPyD, que fueron quienes las pidieron.

Soraya Sáenz de Santamaría criticó la «ausencia del ministro de Asuntos Exteriores, el silencio de la ministra de Igualdad y la dejadez del titular de Interior» durante la crisis. La portavoz popular afirmó que el Gobierno no ha reaccionado «aunque se niega la españolidad de Ceuta y Melilla, se ataca a nuestras fuerzas y cuerpos de seguridad, se veja a las mujeres, se atenta contra su seguridad y su igualdad, se ocupa la tierra de nadie y se bloquea la frontera con Melilla».

Lapsus de Alonso

Por su parte, José Antonio Alonso acusó al PP de «deslealtad» e «irresponsabilidad» y afirmó que «los incidentes están solventados». Remarcó que el Gobierno ha actuado con «sensatez y responsabilidad, haciendo mucho y hablando poco». En su intervención, el portavoz socialista tuvo un lapsus al referirse en dos ocasiones al viaje de Aznar a Marruecos, lo que remarcó el PP. Posteriormente, indicó que el Ejecutivo no tiene problema en explicar los incidentes, pero durante el período ordinario de sesiones.

El representante de CiU, Pere Macías, destacó que la prioridad es tener unas buenas relaciones con Marruecos y abogó por evitar «calentamientos veraniegos». Joan Ridao (ERC) apostó por celebrar un referendo para preguntar a los melillenses qué quieren ser en el futuro.

Rosa Díez (UPyD) mantuvo que tanto Moratinos como Rubalcaba deberían comparecer «sin que nadie se lo pida» ante la gravedad de los hechos acaecidos en Melilla, mientras Gaspar Llamazares (IU) consideró conveniente que los incidentes no se gestionen como una crisis «y mucho menos como una catástrofe».