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Está convencida de que Montilla romperá sus promesas y reeditará el tripartito «sin reparo alguno» si suman los escaños suficientes para volver a gobernar
21 nov 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Joana Ortega i Alemany, número dos de CiU por Barcelona y dirigente de Unió de la máxima confianza de Duran i Lleida, ve imposible pactar con el PP.
-¿Qué balance hace de los cuatro años de gestión del tripartito encabezado por José Montilla. ¿Fue mejor presidente Maragall que Montilla?
-Si el primer tripartito fue calificado como una montaña rusa, el segundo como un artefacto inestable. Ha sido un reino de taifas y ha faltado coherencia en la acción de gobierno. Ambos tripartitos han sido perjudiciales para Cataluña, pero Montilla ha sido peor presidente porque debería haber aprendido de la experiencia anterior.
-Usted ha dicho que la próxima estación de CiU es el pacto fiscal. ¿Sería similar al concierto vasco?
-El pacto fiscal debería alcanzar resultados parecidos al concierto, el cual, constitucionalmente, no tiene por qué ser exclusivo para Euskadi o Navarra. Nuestra propuesta consiste en consensuar mayores competencias fiscales y de recaudación para Cataluña y controlar más efectivamente nuestra contribución a las competencias estatales y a la solidaridad, sin dejar de ser solidarios.
-¿Qué le parece que Montilla haya dicho que no va a reeditar el tripartito? ¿Se lo cree?
-En absoluto. Esta misma afirmación ya la proclamó solemnemente cuatro años atrás, pero los hechos demuestran que si el tripartito suma, se reedita sin reparo alguno. Es la única forma que tiene de gobernar.
-¿Pactaría CiU con el PP si necesitara sus votos para la investidura de Mas?
-Trabajamos con la hipótesis de que no será necesario ningún pacto para la investidura de Artur Mas, pero lo cierto es que el PP, con su recurso al Estatut y otras actuaciones contra la lengua ha convertido en imposible cualquier pacto.
-Les acusan de haberse radicalizado y girado a posiciones soberanistas.
-No es cierto. Nuestro mensaje sigue siendo el mismo hoy que cuatro o diez años atrás. CiU ha defendido siempre la personalidad nacional de Catalunya y, obviamente, cuando arrecian los ataques y cuando el Constitucional sentencia lo que sentencia, puede dar la impresión de que el mensaje es más radical, pero solo porque reafirmamos nuestros principios.
-¿Pactarían antes con ERC que con el PP?
-A diferencia del tripartito, que se basa en dividir la sociedad en dos bloques, CiU tiende a la centralidad y se caracteriza, en principio, por su capacidad de entendimiento con las restantes formaciones. En estos momentos, sin embargo, creo el país necesita un Gobierno cohesionado y lo suficientemente fuerte para no gobernar bajo ningún tipo de pacto o coalición.
-¿CiU se siente engañada por Zapatero, con quien Artur Mas pactó el Estatuto?
-Zapatero no engañó a CiU sino al conjunto de la sociedad catalana, cuando prometió que apoyaría el Estatut que saliese de nuestro Parlamento. Pero luego, incluso cuando se pactaron determinados extremos, el Gobierno no tuvo reparo alguno en laminarlos con interpretaciones reduccionistas que se han reflejado en la propia sentencia del Tribunal Constitucional. Sin embargo, no es esta la única brecha en la credibilidad de Zapatero. Ahí está, por ejemplo, nuestro sistema de financiación, que no cumple las previsiones del Estatut.
-¿Le sorprende que se vea a Cataluña como insolidaria?
-Desde los partidos estatales y algunos medios existe una larga tradición de distorsionar todo cuanto atañe a Cataluña, que no es insolidaria, y una prueba de ello es que somos siempre quienes pedimos que se publiquen las balanzas fiscales y que se sepa qué aporta cada cual. Nuestro objetivo no es dividir entre comunidades ricas y las que no lo son, sino aumentar la eficiencia y la transparencia fiscal en cada territorio y entre territorios.