La familia de Couso y varios testigos del caso acusan a la Justicia de dejadez

Melchor Saiz-Pardo PAMPLONA / COLPISA

ESPAÑA

Se sumaban así a las tesis defendidas por la familia.

19 ene 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Dos de los periodistas que vieron morir en Irak al cámara de televisión ferrolano José Couso en abril del 2003 advirtieron ayer al Gobierno de que si ocurre «algo» a la delegación que se desplazara el próximo lunes a Bagdad la responsabilidad será del Ministerio de Justicia. Se sumaban así a las tesis defendidas por la familia.

Los periodistas Carlos Hernández y Olga Rodríguez criticaron al Gobierno, al ministro Francisco Caamaño y a la Fiscalía por intentar «amedrentar» y «confundir» a la opinión pública con sus referencias a la falta de seguridad y a la vulneración de la ley de la comisión judicial que se desplazara a Bagdad, encabezada por el instructor de la causa, Santiago Pedraz. Para Rodríguez, «achacar al juez toda la responsabilidad» de lo que pueda suceder durante el viaje es una actitud «inmoral», más aún cuando «le corresponde al Ministerio de Justicia» colaborar para que todo se desarrolle sin sobresaltos. Por su parte, Hernández señaló que el Ejecutivo español ha tenido tiempo suficiente para preparar las medidas de seguridad del viaje o proponer otras si tuviera voluntad de cooperar.

Tanto los periodistas como el hermano del cámara de Telecinco fallecido, Javier Couso, recordaron la dejadez de la Fiscalía para investigar qué ocurrió, tal y como quedó reflejado, dijo, en las filtraciones de los cables de Wikileaks. Couso insistió en que la decisión del juez de trasladarse a Bagdad es conforme a derecho y debe ejecutarse según lo acordado por el Supremo en julio, cuando ordenó a Pedraz reabrir la causa y seguir investigando los hechos.

Horas antes de su comparecencia, el ministro de Justicia, Francisco Caamaño aseguró en un desayuno informativo que su departamento ha colaborado con el juez Santiago Pedraz y ha intentado establecer todas las medidas de seguridad en torno al viaje, aunque ha vuelto ha advertir de que se trata de «una zona de alto riesgo».