«No sé si del Monopoly, pero era dinero», declaró el jefe de máquinas
05 feb 2011 . Actualizado a las 11:50 h.El rescate del Alakrana sigue dando que hablar. ¿Se pagó o no se pagó un botín a los piratas? ¿Cuánto dinero? ¿Quién? El pasado 20 de julio, el juez que instruyó el caso, Santiago Pedraz, concluyó la investigación previa al juicio sin resolver los interrogantes. Lo intentó, preguntó al CNI y sacó a colación la presencia de un tal Pepe el de los misteriosos como hombre clave de la liberación de los 36 tripulantes. Pero no hubo respuestas.
Algunas fuentes hablaron de entre dos y tres millones de euros procedentes de los fondos reservados del Estado, pero el Gobierno lo negó todo. «No pagamos rescate», zanjaron entonces la ex vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, y la ministra de Defensa, Carme Chacón.
La pregunta ha sobrevolado las tres jornadas del juicio que se han celebrado en la Audiencia Nacional contra los dos somalíes acusados del secuestro del atunero vasco. «No sé», «escuché un avión, pero no vi nada», «solo sé que un cilindro cayó a estribor y los piratas lo recogieron», habían declarado los tripulantes que comparecieron como testigos el miércoles y el jueves. Hasta que llegó José Víctor Orozco, jefe de máquinas del buque, que ayer reveló detalles del día en que fueron liberados. «Había dos negociadores, uno somalí que acudía al atunero con el grupo de piratas y a quien conocían por Jamma, y otro español, de nombre Pepe, que se ponía en contacto con el barco por teléfono», contó. Jamma y Pepe «llevaban juntos 48 horas y hablaban bastantes veces por teléfono. Además de negociar sobre la cantidad económica del rescate, hablaron sobre la tasación del barco y si Abdu Willy y Hassan Aji -los dos acusados- entraban en el trato». «Para el negociador somalí los dos chicos también [entraban]», relató.
El jefe de máquinas describió que la situación se tensó cuando el negociador somalí dijo: «Es la última oportunidad, si el Gobierno español no lo toma con seriedad vamos a tomar medidas drásticas». Fue entonces cuando los piratas simularon sacar a tres compañeros del barco para acrecentar la presión. Después la situación se recondujo. «Sabíamos que las familias habían montado un follón de la leche en España y que la cosa estaba en marcha. De pronto, vimos una avioneta blanca que tiró una cápsula a la parte de estribor. Horas más tarde cayó otra, que no vi», reconoció Orozco.
El jefe de máquinas vio después a los secuestradores repartirse el dinero en la cubierta. Afirmó que el botín se encontraba en una bolsa de un «supermercado español, tal vez Eroski o Carrefour», llena de billetes. «Era dinero, no sé si del Monopoly, pero era dinero», confirmó.