Los ingresos de sus señorías causan malestar en una ciudadanía que considera que ganan mucho, aunque sean de los peor pagados de la UE
13 feb 2011 . Actualizado a las 06:00 h.El malestar con la clase política va in crescendo. Los ciudadanos no solo ven en los políticos uno de los problemas de España, como señala el barómetro del CIS, sino que el recorte al gasto público y el tijeretazo a las prestaciones para «sacar a España de la crisis» han provocado un aluvión de críticas a sueldos, pensiones y otros beneficios de que gozan los parlamentarios. Ante este panorama, en mayo pasado los diputados redujeron un 10% su sueldo base, y recientemente los presidentes del Senado, Javier Rojo, y del Congreso, José Bono, abrieron el debate sobre una posible modificación del régimen de incompatibilidades y del complemento de pensiones, así como de la necesidad de que su patrimonio sea público. Esta última semana, los grupos han ido esbozando sus propuestas. Las medidas ya tomadas son, en todo caso, insuficientes para una ciudadanía que piensa que ganan mucho trabajando poco.
Una percepción que, a su vez, genera malestar en los diputados, que creen estar sufriendo «una campaña llena de falsedades». Apuntan que sus sueldos son los más bajos de la UE, que si se quedan en paro no tienen derecho a prestación, y plantean la necesidad de romper con la idea de que «diputado es igual a privilegios». «A la política hay que reconocerle un prestigio o no vendrán los mejores al Congreso. Nos quieren convertir en becarios del sistema», dice uno.
En algo llevan razón: son de los que menos ganan en la UE, según el Centro Europeo sobre Investigación y Documentación Parlamentaria. Lo cual no significa que tenga razón el portavoz de CiU, Antoni Duran i Lleida, que dijo hace unos días que se ha elegido «el camino hacia un Parlamento de gente pobre».
Los diputados ganan un sueldo base de 3.126 euros brutos, más 250 euros para taxis y 1.823 libres de impuestos para gastos de alojamiento y manutención (los de Madrid reciben 870). Además, obtienen otros 1.332 por pertenecer a una comisión (algunos participan en varias). Esto da un total fijo de 6.531 euros al mes. Aparte están las retribuciones complementarias que perciben según el nivel. Los portavoces, por ejemplo, reciben 1.731 euros adicionales. El dato excluye ingresos variables, como desplazamientos al extranjero (150 euros por día) y dentro de España (120 por día) o beneficios como ordenador portátil, coche oficial y teléfono. Con respecto a las pensiones, el Congreso abona una compensación a quienes hayan ejercido más de siete años para alcanzar la pensión máxima.
Quizá los diputados españoles son «pobres» en comparación con los franceses, que tienen ingresos fijos de 19.349 euros al mes, los italianos, que ganan 15.035; los alemanes, con 11.536 o los británicos, que ingresan 10.389. O incluso puede que se comparen con los altos directivos de las empresas españolas más grandes, las que cotizan en el Ibex 35, y que según un informe de la Fundación Social de Estudios de Comisiones Obreras, cobran una media de 891.000 euros al año.
La perspectiva es más completa si sabemos que un cargo medio en la empresa privada, como puede ser el director de una sucursal bancaria, puede cobrar unos 90.000 euros anuales, mientras que el salario medio de un trabajador a jornada completa, según un informe de la empresa Adecco, es de 21.500 al año, lo que equivale a unos 1.800 brutos al mes.