La propuesta destacaba que el nuevo partido haya rechazado la violencia
18 mar 2011 . Actualizado a las 06:00 h.El debate sobre la legalización de Sortu y su rechazo a la violencia ha abierto las primeras fisuras en el acuerdo que mantienen en el País Vasco socialistas y populares. A las declaraciones de Jesús Eguiguren y el propio Patxi López comprensivas con la nueva formación aberzale se ha sumado una iniciativa parlamentaria de los socialistas vascos en la que se celebra que la nueva marca de la izquierda aberzale «se haya decidido a rechazar la violencia». La reacción del PP ha sido tan crítica que el PSE dio ayer un paso atrás y aparcó sine díe su propuesta para reconducir el descontento de su socio preferente.
El portavoz parlamentario del PSE, José Antonio Pastor, tildó la polémica de «artificial» y sostuvo que la iniciativa «no vulnera el acuerdo de bases» sino que pone en valor la política de «tolerancia cero» y defiende el Estado de derecho. Pastor subrayó que la propuesta no pretendió nunca «crear conflicto ni malentendidos» y abogó por seguir trabajando juntos para exigir la desaparición de ETA. Lejos de romper el acuerdo que mantienen ambos partidos, el PSE aseguró que «lo reafirma» y anunció que «abrirán un diálogo» con su socio preferente para presentar la iniciativa en el momento oportuno.
Los populares se mostraron «satisfechos» por la decisión del PSE de aparcar la iniciativa parlamentaria sobre Sortu, si bien exigieron a los socialistas que «cumplan con el acuerdo suscrito» para derrotar de manera definitiva a ETA. En este sentido, el secretario general del PP vasco, Iñaki Oyarzabal, reclamó «responsabilidad y prudencia» para preservar la unidad entre los partidos democráticos y evitar actuaciones que puedan provocar «división y confusión».
El Gobierno vasco también salió al quite y su portavoz, Idoia Mendia, reclamó tanto al PSE como al PP que no se enreden en «polémicas estériles» ya que la decisión sobre el futuro político de Sortu está judicializada y corresponde a los jueces decir.
El PNV arremetió contra los dos socios de Gobierno. Iñigo Urkullu criticó las posturas del PSE y el PP con la legalización de Sortu, pues parece «un circo con varias pistas», en las que cada uno hace lo que quiere. Los nacionalistas reprocharon a los socialistas que «no sepan hacia dónde quieren caminar con respecto a Sortu» por su sometimiento al Partido Popular.