El presidente resta importancia a la rectificación que tuvo que hacer el Gobierno sobre una posible inversión millonaria del fondo soberano chino en las cajas porque «lo que cuentan son los hechos y no las palabras».
15 abr 2011 . Actualizado a las 14:03 h.El jefe del Ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero, está convencido de la confianza de China en España y ha subrayado hoy que el esfuerzo realizado desde 2004 ante el gigante asiático dará «frutos positivos» para la solvencia de la economía nacional, para su deuda y para el sistema financiero.
Zapatero ha concluido con este mensaje su semana en Asia y ha aprovechado su última jornada en China para abogar por el desarrollo de las libertades y de los derechos fundamentales en el continente, un delicado asunto sobre el que había guardado silencio hasta hoy. La última etapa del periplo de Zapatero ha sido el Foro económico de Boao, considerado el Davos asiático, donde ha restado importancia a la rectificación que tuvo que hacer el Gobierno sobre una posible inversión millonaria del fondo soberano chino en las cajas de ahorros.
«Lo que cuentan son los hechos y no las palabras» y «las palabras del Gobierno de China son palabras que se traducen siempre en hechos», ha subrayado en rueda de prensa para recordar que hace meses, en plena crisis, Pekín se comprometió a comprar deuda y ha pasado de los 6.000 millones de euros que tenía en bonos españoles en 2009 a más de 25.000.
Las dos ideas «claras» de este viaje que comenzó el martes en Pekín y que después le llevó a Singapur y a la isla de Hainan, donde se encuentra Boao, es que «China va a seguir comprometida con la deuda y va a invertir en nuestro sistema financiero», lo que facilitará la reestructuración de las entidades para que fluya el crédito cuanto antes y «la economía funcione». «Cuando se produzca la inversión de sus fondos ya hablaremos de las cifras», ha recalcado.
Zapatero ha hecho hincapié en el éxito de la apuesta estratégica de su Ejecutivo por la segunda potencia económica mundial y ha puesto como ejemplo «demoledor» del camino recorrido el hecho de que cuando llegó a La Moncloa España exportaba más a Andorra que a China. Desde 2004, las exportaciones a China han pasado de 1.100 millones de euros a 2.650 millones de euros; de las 200 empresas españolas implantadas en el país se ha llegado a 600; y la inversión española se ha incrementado desde 150 millones a 1.500.
«Hemos cultivado la diplomacia económica con Asia y está dando sus frutos, que son bases fundamentales para el futuro de nuestra economía», ha insistido Zapatero, quien tiene claro que si España quiere seguir siendo «una economía fuerte» y capaz de competir debe tener a Asia como prioridad.
Pero no ha querido dejar China sin hablar de derechos humanos y ha aprovechado para ello su intervención en la inauguración del Foro Boao, donde ha sido el único líder europeo invitado.
«A este continente que lidera el destino económico del mundo, desde Europa les deseamos que ese desarrollo económico siga en el camino de la inclusión y se extienda a todos aquellos caminos por donde los seres humanos siempre desean transitar, el camino de la cooperación, el diálogo, la paz, las libertades, los derechos fundamentales», ha dicho en presencia del presidente chino, Hu Jintao.
Zapatero se reunió ayer con Hu después de haberse entrevistado con el primer ministro chino, Wen Jiabao, y con el viceprimer ministro, Li Keqiang, pero en ninguno de estos encuentros, centrados en la economía, se habló de un asunto que siempre resulta diplomáticamente complicado.
El momento elegido para hacerlo ha sido el final de un discurso que ha dedicado a los retos de la globalización y de un mundo cada vez «más asiático», en el que el continente se ha convertido en «el centro de gravedad de la economía».
En ese contexto, ha destacado los acuerdos comerciales que la UE ha comenzado a firmar con varios países de la región y ha defendido que se negocien también con China, que, ha dicho, tiene que ser reconocida «cuanto antes» como una economía de mercado.
Zapatero, que ha apostado por un uso racional de los recursos naturales, ha abogado también por impulsar la investigación y la cooperación en energías renovables, «especialmente tras la tragedia nuclear en Japón».
En el Foro Boao ha coincidido con los líderes de los denominados BRICS (por las iniciales de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), que son, ha dicho, «el tractor fundamental de crecimiento de la economía mundial» y que la víspera celebraron su cumbre anual. Ha aprovechado la cita para contactar con los presidentes de Rusia, Dmitri Medvédev; Brasil, Dilma Rousseff; y Sudáfrica, Jacob Zuma, y preparar futuros encuentros.