El Gobierno reconoce que tiene un acuerdo con el PP para que ETA no se cuele el 22-M
ESPAÑA
Gobierno y PP se echaron ayer en cara la práctica de un «doble juego» en la política antiterrorista. El vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, acusó a los populares de cometer «el disparate» de tener dos discursos; el constructivo que maneja Federico Trillo en sus reuniones con él, y el de dirigentes como Dolores de Cospedal o Jaime Mayor Oreja, que buscan réditos electorales mediante el desprestigio gubernamental en la lucha contra ETA. La dirección del PP replicó que para «doble juego» el que practica el PSOE, con dirigentes como el presidente de los socialistas vascos, Jesús Eguiguren, que aboga por legalización de Sortu o la presencia en las elecciones de Bildu.
«Yo no soy tonto», dijo Rubalcaba echando mano de la publicidad de una conocida marca para avisar al PP de que su dualidad es evidente, ya que la dirección reconoce que está informada por el Gobierno de los avances de la lucha antiterrorista y de la estrategia para impedir la presencia de ETA en las elecciones, pero al mismo tiempo achacan al Gobierno laxitud frente a la izquierda aberzale. «No hay que ser un genio de la comunicación política para saber de qué va esto», comentó Rubalcaba, que no quiso ahondar más en las críticas.
El vicepresidente reconoció que existe un acuerdo «de fondo» con el PP para evitar que el entorno político de ETA «se cuele» en las elecciones, pero matizó que hay que «ser escrupulosos» con los tiempos y las formas del Estado de derecho. Ahora, dijo, no se puede hacer nada porque hay que esperar a que las fuerzas de seguridad redacten sus informes sobre la presencia de personas de la ilegalizada Batasuna en las listas de Bildu; que se entregarán a la Fiscalía y a la Abogacía del Estado para las estudien y decidan si presentan una demanda ante el Supremo.
El rifirrafe entre PP y PSOE continúo con la petición que hizo la portavoz del Comité Electoral del PSOE, Elena Valenciano, a la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, de que rectifique sus palabras en las que equiparaba la foto de un terrorista con Rubalcaba. Para Valenciano, comparar a un delincuente con el ministro del Interior «es rebasar todos los límites».