El Tribunal Superior de Valencia acepta la tesis de Pedreira de encausar a la vez a donantes y receptores del supuesto cohecho
27 abr 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Francisco Camps podría compartir banquillo de los acusados con Francisco Correa, principal imputado en el caso Gürtel, durante el juicio que dirimirá si el actual presidente de la Comunidad Valenciana y candidato a la reelección cometió un delito de cohecho impropio al recibir de la trama corrupta trajes y otras prendas por valor de 14.000 euros, según detalla la Fiscalía Anticorrupción en su escrito de acusación.
Es la primera consecuencia de la decisión, conocida ayer, de la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Valencia de aceptar la petición de inhibición parcial formulada por el instructor del caso Gürtel, el magistrado del Tribunal Superior de Madrid Antonio Pedreira, para que tanto Correa como Pablo Crespo y Álvaro Pérez, el Bigotes, sean juzgados en Valencia dentro del sumario que investiga si Camps y otros tres miembros del Gobierno valenciano y altos cargos del PP regional, Ricardo Costa, Víctor Campos y Rafael Betoret, recibieron o no tales dádivas. Acepta así la tesis de Pedreira sobre la conveniencia de enjuiciar conjuntamente a donantes y receptores del presunto cohecho, al considerar «que existe una indudable conexión entre las conductas de quienes ofrecen o entregan dádivas y quienes las reciben».
El auto explica que en el caso de no juzgarse de forma conjunta podría darse lugar a pronunciamientos contradictorios, aunque «jurídicamente defendibles». La sala valenciana entiende que «para no romper la unidad delictiva y no dar lugar a procedimientos paralelos», lo mejor es que ambas conductas sean investigadas por un mismo tribunal (el de José Flors). Será este, por lo tanto, quien decida si enjuicia a los autores y receptores del supuesto cohecho de manera conjunta o separada.
El panorama de Camps podría oscurecerse aún más. Flors tiene vía libre para entrar en el fondo: si el presidente ha aceptado estos presentes tras beneficiar a las empresas de Correa. O lo que es lo mismo, si en vez de cohecho impropio, que no conlleva cárcel ni inhabilitación, debería ser juzgado por cohecho propio, lo que agravaría de forma sustancial la hipotética pena.