El Gobierno llama mezquino a Aznar por su acusación sobre ETA

melchor saiz-pardo MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Recuerda al expresidente que él acercó al País Vasco a 133 terroristas

08 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

De nuevo la lucha antiterrorista como arma electoral, a pesar del acuerdo tácito entre los dos grandes partidos de mantener a ETA al margen de la contienda del 20-N. El Gobierno respondió con toda su artillería a las acusaciones de José María Aznar, que el jueves criticó con dureza al Ejecutivo y su política antiterrorista y acusó al gabinete de José Luis Rodríguez Zapatero de «suplicar» y «mendigar» el anuncio del final de la banda terrorista. «Mezquino» e «hipócrita» fueron solo algunos de los epítetos que el portavoz del Gobierno, José Blanco, dedicó al expresidente tras el Consejo de Ministros.

Las palabras de Aznar levantaron ampollas en el Gobierno, muy en particular en el Ministerio del Interior y en el PSOE, donde ven en las declaraciones del anterior jefe del Ejecutivo un «ataque directo» al candidato Alfredo Pérez Rubalcaba por sus éxitos en la lucha antiterrorista en su etapa al frente de Interior.

La «sorpresa» del jueves en el Ejecutivo por un ataque que considera «gratuito» e «inesperado» se transformó horas después en indignación, al repasar la política antiterrorista durante la primera legislatura de José María Aznar (1996-2000), en la que incluso ofreció públicamente «generosidad» a los etarras, como recordaron responsables del Gobierno.

El valor de la hemeroteca

A pesar de que en un principio en la Moncloa y en Interior se valoró la posibilidad de no entrar a la «provocación», finalmente ganó la tesis de responder tirando de hemeroteca, con palabras gruesas y, además, desde la mesa del Consejo de Ministros, porque los ataques habían sido dirigidos directamente contra el Ejecutivo.

«No es digno de un expresidente arremeter contra su país ni dentro ni fuera de España. No es digno y mucho menos en materia de lucha antiterrorista», apuntó Blanco. «Sus críticas demuestran mucha mezquindad», abundó antes de empezar con los reproches concretos.

La primera andanada contra el presidente de la FAES fue a cuenta de la terminología que usó el expresidente en su comparecencia del 3 de noviembre de 1998, un mes y medio después de que ETA decretara su antepenúltima tregua. «El actual Gobierno siempre ha llamado a los terroristas por su nombre, nunca les ha llamado Movimiento Vasco de Liberación como hizo en su día Aznar», recordó el ministro, en referencia a la intervención en la que el exjefe de Gobierno anunció que había autorizado contactos con el «entorno del MLNV», sin hablar de terroristas.

La segunda arremetida de Blanco al presidente de honor del PP fue por la política penitenciaria de su entonces titular de Interior Jaime Mayor Oreja. «Me sorprende tanta hipocresía en boca de Aznar, que durante la tregua del 1998 acercó a 133 terroristas al País Vasco». El ministro erró levemente. En realidad, según los datos del propio Gobierno, durante el alto el fuego que se extendió de septiembre de 1998 a noviembre de 1999, el Ejecutivo popular acercó a 131 reclusos, 105 de los cuales fueron de un solo golpe.

En esa línea, responsables del actual Gobierno, que insistieron en que durante el mandato de Rodríguez Zapatero solo fueron trasladados a Euskadi presos que rompieron formalmente con la banda.

Por su parte, el coordinador de Política Electoral del Partido Popular, José Antonio Bermúdez de Castro, exigió al Gobierno que «esté vigilante» ante la nueva coalición de la izquierda aberzale, Amaiur, «en lugar de insultar a los dirigentes del PP».