Rajoy esconde su plan anticrisis

Enrique Clemente Navarro
enrique clemente MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Hoy no detallará sus medidas en el debate de investidura, esperará a conocer el déficit

19 dic 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Por fin llegó la hora de la verdad para el líder del Partido Popular y vencedor de las pasadas elecciones generales, Mariano Rajoy. Será el gran protagonista de una semana en la que tomará el poder, nombrará a sus ministros y adoptará sus primeras decisiones. En el discurso que abrirá hoy el debate de investidura expondrá las líneas maestras de su programa de gobierno y esbozará su plan anticrisis, pero no detallará todas y cada una de las medidas que tomará, según dijeron ayer fuentes del PP, para lo que esperará a conocer algunas cifras macroeconómicas fundamentales, sobre todo el déficit exacto con el que se cerrará el año.

El próximo presidente hará un llamamiento a la responsabilidad y el esfuerzo de todos los españoles, incidirá en la necesidad de hacer ajustes, aunque esto implique adoptar medidas «no gratas», y explicará los objetivos de las reformas que considera imprescindibles. Sus palabras irán dirigidas en buena medida a generar confianza en el exterior y, sobre todo, en los mercados de deuda.

Lo que ha dejado muy claro es que su objetivo irrenunciable es cumplir el compromiso marcado por la UE de bajar el déficit al 4,4 % en el 2012. Esto anuncia recortes de gastos y austeridad en grado sumo, lo que se traducirá en decisiones difíciles, que el propio Gobierno saliente ha reconocido que está obligado a tomar.

Rajoy ha insistido en que no concretará sus planes sobre los recortes hasta que tenga los datos definitivos del déficit del 2011 y una previsión real del crecimiento para el 2012. Lo considera crucial, porque si el déficit es el prometido 6 %, lo que es casi seguro que no sucederá, el recorte alcanzaría los 16.000 millones de euros, a los que habría que añadir 10.000 más por cada punto de desviación. El próximo presidente ya ha advertido de que si no puede cumplir algunas de sus promesas electorales, lo explicará. Todo indica que habrá que esperar unos días para saber dónde y con qué intensidad meterá la tijera, si tocará el Estado de bienestar, si subirá el IVA, qué hará con el sueldo de los funcionarios o cómo se concretarán las reformas laboral y de la Administración y la reestructuración del sistema financiero que va a acometer.

Estabilidad presupuestaria

En todo caso, da comienzo una semana clave para Rajoy. El lunes dará su esperado discurso; el martes será investido como sexto presidente de la democracia; el miércoles tomará posesión jurando su cargo ante el rey y anunciará la composición de su Gobierno; y el viernes dirigirá a su primer Consejo de Ministros, que adoptará sus primeras medidas. La primera ley que aprobará será la que desarrolle el principio de estabilidad presupuestaria introducido en la Constitución.

En el debate de investidura también se la juega a otro nivel muy distinto Alfredo Pérez Rubalcaba, que tratará de utilizarlo como trampolín para hacerse con el liderazgo definitivo del PSOE. Tendrá que medir su intervención, ya que ha prometido una oposición responsable, pero al tiempo pondrá toda la carne en el asador para atraerse a los militantes socialistas.

También habrá que seguir con atención el intercambio con Josep Antoni Duran i Lleida, a quien Rajoy ha comenzado a dar un trato preferencial, lo que le señala como su principal interlocutor y aliado. Los nacionalistas, que necesitan el apoyo del PP en Cataluña, no apoyarán su investidura, pero sí las reformas y los recortes que hará Gobierno.