La izquierda abertzale lamenta que su «posición política» haya «humillado» a las víctimas de ETA
ESPAÑA
La antigua Batasuna ha dado a conocer una declaración en la que reconoce «sin ambages» su falta de sensibilidad hacia las víctimas
27 feb 2012 . Actualizado a las 04:15 h.La izquierda abertzale ha expresado este domingo un «profundo pesar» por las «consecuencias derivadas de la acción armada de ETA» y por su «posición política» ante ellas, «en la medida en que haya podido suponer, no de manera intencionada, un dolor añadido o un sentimiento de humillación hacia las víctimas».
La antigua Batasuna ha dado a conocer este mediodía en un acto multitudinario en el Palacio Kursaal de San Sebastián una declaración en la que reconoce que, «en la crudeza del conflicto», le ha faltado «hacia unas víctimas -las de ETA- la sensibilidad mostrada con otras».
Dirigentes de la izquierda abertzale, como Rufi Etxeberria, Maribi Ugarteburu, Joseba Permach, Pernando Barrena, Jone Goirizelaia y Ainhoa Etxaide (LAB) han asistido a este acto político que ha contado, además, con la presencia de representantes institucionales, como el diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano (Bildu), y el portavoz de Amaiur en el Congreso, Xabier Mikel Errekondo.
«Promover la reconciliación desde el reconocimiento mutuo»
En el texto, titulado Viento de solución y leído por Ugarteburu, la izquierda abertzale reconoce «sin ambages» su falta de sensibilidad hacia las víctimas de ETA y expresa su deseo de que este pronunciamiento «sea aceptado con la misma sinceridad con que se muestra».
También «acepta» que mediante sus declaraciones o actos «durante años y decenios» ha podido «proyectar una imagen de insensibilidad frente al dolor causado por las acciones de ETA» y «lamenta el daño que, de manera no deseada, haya podido añadir con su posición política».
«Si deseamos construir una paz justa y duradera es crucial reconocer todo el sufrimiento padecido y mostrar un compromiso y una voluntad clara por sanar las heridas de nuestro pueblo, que sigue siendo también víctima por la pertinaz negativa a reconocer los derechos que le asisten», añade el documento, redactado en castellano, euskera, francés e inglés.
La autocrítica de la izquierda abertzale respecto a las víctimas de la violencia de ETA es el punto más relevante de la declaración, en la que figuran también reivindicaciones y posiciones históricas de este colectivo como la denuncia de que «existen otras violencias», entre ellas, «la política represiva de los Estados».
El texto, con el que la antigua Batasuna desea aportar en «la construcción de la paz», se divide en cinco apartados, el primero de los cuales alude a la necesidad del cese de «todas las violencias» y pide el fin de la política penitenciaria, las detenciones, los juicios y la dispersión de presos como «paso previo -dice- al proceso que permitirá el regreso a sus hogares».
El segundo punto se refiere a las «consecuencias del conflicto» y considera que «ETA deberá deshacer sus estructuras militares y poner las armas fuera de uso», mientras que «los Estados español y francés tendrán que deshacerse de los operativos armados y represivos».
«No hay conflicto armado en el mundo que mantenga a centenares de personas encarceladas por décadas cuando el mismo ha terminado», denuncia la izquierda abertzale, al tiempo que hace un llamamiento a ETA y a los gobiernos a que abran un «proceso de diálogo para solucionar las consecuencias del conflicto».
El tercer apartado de la declaración alude a la necesidad de «promover la reconciliación desde el reconocimiento mutuo» y es el que hace alusión expresa a las víctimas de ETA.
La izquierda abertzale muestra «su absoluto respeto hacia todas las personas que han sufrido»
La izquierda abertzale muestra además con «total sinceridad» su «absoluto respeto hacia todas las personas que han sufrido, sin querer proceder a ninguna clasificación del dolor y el sufrimiento, ni a ninguna equiparación entre los mismos» y añade que «decir que ha habido víctimas en todas partes no es un acto de propaganda sino un hecho real inequívoco» consecuencia de la actuación de ETA, pero también del «terrorismo de Estado» o las «torturas» a los detenidos.
En este sentido, reconoce «el dolor y el sufrimiento que las diversas manifestaciones de violencia han generado en Euskal Herria», donde es necesario, según se recoge en el cuarto apartado de la declaración, «conocer la verdad» a través de la creación de una comisión internacional e independiente, que analice «las causas y abusos cometidos».
«El diálogo y el acuerdo como garantía de no repetición» es el quinto y último punto incluido en el texto, que recoge además las bases sobre las que deberían darse esas conversaciones, entre ellas el compromiso con medios democráticos y pacíficos y el «respeto de todos los derechos, incluido el derecho a la libre determinación».
Cientos de personas, entre ellas históricos representantes de la izquierda abertzale como Eugenio Etxebeste «Antxon» o el abogado Inigo Iruin, así como el coordinador general de Aralar, Patxi Zabaleta, han acudido al acto, que se ha prolongado durante dos horas, en las que se han intercalado la proyección de vídeos y las actuaciones musicales con las intervenciones de representantes internacionales como el sudafricano Kopeng Obed Bapela y el irlandés Alex Maskey.