Los Gobiernos central y vasco coordinan sus pasos para acelerar el final de ETA

R. Gorriarán MADRID / COLPISA

ESPAÑA

La decisión del Gabinete de Rajoy de dar un enfoque político al final de la banda y mantener al mismo tiempo los cordiales vínculos con las organizaciones de víctimas demostró ser una apuesta muy inestable

01 mar 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

El PP y la Asociación de Víctimas del Terrorismo dieron por zanjado su desencuentro por la negativa del Gobierno a impulsar la ilegalización de las formaciones políticas de Bildu y Amaiur. Representantes populares y la presidenta del sector más conservador del colectivo de víctimas, Ángeles Pedraza, se reunieron para limar asperezas y salieron reconfortados porque constataron que no hay razones para las divergencias. La AVT entendió las razones gubernamentales para no impulsar la ilegalización ante la falta de pruebas de sus vínculos con ETA, pero exigió al Ejecutivo que «se siga buscando».

La decisión del Gabinete de Rajoy de dar un enfoque político al final de ETA y mantener al mismo tiempo los cordiales vínculos con las organizaciones de víctimas demostró ser una apuesta muy inestable. Como dijo un diputado socialista, «soplar y sorber es imposible».

Mientras esto sucedía en Génova, en el Ministerio del Interior, Jorge Fernández Díaz recibía al consejero vasco Rodolfo Ares para una discreta reunión. Tan reservada era que no figuró en la agenda del Gobierno que distribuye la Secretaría de Estado de Comunicación. Ambos evitaron dar la rueda de prensa conjunta que hicieron en el primer encuentro, el 24 de enero; entonces afloraron sus diferentes visiones sobre el grado de actividad de ETA. Interior se limitó a emitir un aséptico comunicado en el que ambos responsables ratificaron «el compromiso de los dos Gobiernos para lograr que ETA desaparezca» y acordaron «seguir manteniendo una política de exigencia con el mundo radical para que no sigan escondiéndose detrás de declaraciones estériles y asuman sus errores y responsabilidad por haber alentado y justificado el terrorismo de ETA durante tantos años y haber dado apoyo y cobertura a los asesinos».

En un tercer frente, la presidenta de Navarra, Yolanda Barcina, afirmó que el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, se comprometió en la reunión que mantuvieron ayer a que su comunidad, una de las más castigadas por el terrorismo, «tendrá voz en todo lo que tiene que ver con el final de ETA».