La situación económica de muchas familias que se han visto afectadas por el terremoto es «penosa», según Juan Carlos Segura, portavoz del colectivo de damnificados. «Tenemos numerosos casos de vecinos que siguen pagando sus hipotecas por edificios que ya no existen», describe Segura. Hay situaciones incluso más dramáticas entre los cerca de ocho mil afectados. «Familias sin trabajo que apenas reciben 400 euros de subsidio y abonan casi 500 por el alquiler de una vivienda», comenta el dirigente de la Asamblea de Vecinos de Lorca afectados por los terremotos.
Segura tampoco olvida los daños económicos ocasionadas por los seísmos en una ciudad que tiene en la agricultura, la ganadería y el comercio sus principales fuentes de ingresos. «Un 30 % de los establecimientos públicos que quedaron dañados por los temblores aún permanecen cerrados». Se han destruido, según sus datos, unos 700 puestos de trabajo.