Los reyes reúnen a la familia por sus bodas de oro, con la única ausencia de Urdangarin

g. n. redacción / la voz

ESPAÑA

La Casa del Rey no precisa si el duque sigue en Vitoria o si ha regresado a Washington

15 may 2012 . Actualizado a las 10:32 h.

Finalmente ha pesado la importancia de la efeméride: los cincuenta años de la unión que Juan Carlos de Borbón y la princesa Sofía de Grecia protagonizaron aquel 14 de mayo de 1962, con todo lo que esto ha conllevado para la historia española reciente. Pese a todos los negativos condicionantes externos que pesaban en contra de cualquier festejo, ya sea la grave crisis económica que atraviesa España, la caída del rey durante el safari de Botsuana con las consiguientes operaciones quirúrgicas de cadera, los rumores sobre la amistad del monarca con la princesa Corinna zu Sayn-Wittgenstein, el accidente con la escopeta de Felipe Juan Froilán, el hijo de la infanta Elena o la imputación de Iñaki Urdangarin, los reyes decidieron corregir su inflexible postura -adoptada antes de Semana Santa, según fuentes de la Casa del Rey- y, si bien no habrá actos oficiales ni públicos, celebraron ayer un aniversario tan especial en la intimidad del palacio de la Zarzuela con una reunión de carácter privado de todos los miembros de la familia real. Todos salvo el esposo de Cristina de Borbón, que permanece apartado de las actividades oficiales de la familia desde el pasado 12 de diciembre debido a la investigación judicial en la que está implicado por sus negocios al frente de Nóos.

La conmemoración hizo coincidir así en Madrid a los reyes con los príncipes de Asturias y sus dos hijas, Leonor y Sofía, así como a las infantas Elena y Cristina y sus respectivos vástagos. De hecho, ningún miembro de la familia real tuvo ayer actividad oficial.

La Casa del Rey tampoco ha querido precisar si Urdangarin permanece en Vitoria -tras los funerales por el fallecimiento del padre- ni si regresará a Washington junto con la infanta Cristina y sus hijos.