Mas advierte: «Pese a las amenazas, no sacarán a Cataluña de Europa»

G. Novás REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

Gallardón replica que «la comunidad internacional no respetará caminos fuera de la ley» y recuerda que el referendo de Escocia sigue pasos reglados

21 oct 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

El independentismo catalán parece de repente una fuerza desbocada. La difícil situación de CiU ante la ciudadanía por la contundente política de recortes sociales que estaba promoviendo el Gobierno de la Generalitat encabezado por Artur Mas ha coincidido con el inicio del proceso soberanista de Escocia, y esto ha empujado al centro de la escena la causa separatista con una fuerza inesperada. El arrastre de esa bandera enarbolada oportunamente por Convergència se ha visto además favorecido por unos comicios vascos con una gran polarización entre independentismo -con la legalización de la izquierda abertzale, y su concurso- y constitucionalismo. Mas e Íñigo Urkullu ya han reconocido conversaciones y una especie de pacto para impulsar esa vía en Cataluña y País Vasco, que el presidente catalán, en actitud cada vez más electoral, semeja dispuesto a no descuidar.

Mas volvió a tensar ayer la cuerda al apuntar, para escépticos y atemorizados ante una hipotética secesión, que la decisiva voluntad de su comunidad es continuar bajo el paraguas de la UE: «Pese a las amenazas, no sacarán a Cataluña de Europa. Nuestro principal paraguas es Europa y de este, aunque nos amenacen, no nos sacarán, porque es nuestro espacio natural», proclamó en Mataró en un acto con electos de CiU.

Para poder enfrentar con garantías «las amenazas que llegan de Madrid», apeló al poder de los municipios, con los que dijo contar para lograr la mayoría absoluta convergente en el Parlamento catalán. «En Madrid hay mayoría absoluta de un PP que no quiere facilitar las cosas, por eso necesitamos aquí una mayoría equivalente». En su opinión, «España está contra las cuerdas, ha perdido prestigio a nivel internacional, pero no la podemos despreciar; están acostumbrados a ejercer su fuerza, aunque ahora de manera democrática. No nos engañemos, no nos temblará el pulso para lograr que Cataluña logre sus proyectos. Si queremos que haya una consulta necesitamos una mayoría amplia, el único resultado que impresionará es una CiU indestructible».

«Desde el 11 de septiembre, hemos escuchado declaraciones ofensivas, incluso Aznar hizo referencia al Código Penal. Pobre España si depende de estos propagandistas», refrendó el líder de Unió, Josep Antoni Duran i Lleida, quien matizó a Mas hace unos días -en una exhortación a la moderación- que los votos soberanistas no alcanzan para una mayoría absoluta.

Procedimiento e inversiones

En un intento de desactivar la ola independentista, el ministro Alberto-Ruiz Gallardón se pasó por Barcelona -por el Congreso Internacional de Arbitraje del Colegio de Abogados, su segunda visita con el mismo objetivo en escasos días- para lanzar otra advertencia: «Cualquier modificación de la realidad de un país que no emplee el camino de la ley no solo no será respetada, sino que no será ni siquiera considerada por la comunidad internacional». Y se refirió a lo que ocurre en el Reino Unido: «No hago valoraciones comparativas políticas, pero sí digo que el procedimiento [la consulta sobre independencia que se prepara] de Escocia es uno ajustado a la legislación británica. Si se invocan precedentes extranjeros, en todos esos precedentes lo que se ha hecho es aplicar la ley». Gallardón recordó que el referendo de Escocia no ha sido autorizado por el Parlamento escocés, sino por el británico, «que permitió realizar una actividad de esta naturaleza».

El ministro teme que se juegue con la ley porque, además, «un país sin seguridad jurídica no será atractivo para el inversor. No hay nadie en estos momentos que se plantee localizar sus inversiones donde no se respeten las leyes», concluyó.