Hubo empujones y golpes con los Mossos d'Esquadra
27 oct 2012 . Actualizado a las 19:25 h.El colectivo de los yayoflautas, un grupo de personas de la tercera edad que al calor del movimiento 15-M lucha por una vida mejor para sus hijos y nietos, ha celebrado este sábado su primer año de existencia y lo ha hecho con una acalorada protesta ante el Palau de la Generalitat. La intención de los cerca de 300 manifestantes que han protestado frente a la sede del Govern catalán era irrumpir en el edificio y posteriormente ocuparlo con el objetivo de que les recibiera algún miembro del Ejecutivo catalán.
Tras un forcejeo con los Mossos d'Esquadra que custodiaban el inmueble, los manifestantes han desistido de sus pretensiones, sin que se hayan registrado daños personales de consideración. Se han vivido, eso sí, momentos de alta tensión cuando algunos de los activistas han recibido golpes, empujones y alguno de ellos ha caído al suelo. En todo el año que llevan como grupo organizado, los yayoflautas, que se han extendido por toda España para sumar cerca de mil seguidores, han protagonizado actos de protesta en oficinas bancarias, consulados y en la Bolsa de Barcelona, casi siempre de la misma manera: irrumpen en el inmueble donde leen un comunicado.
Este mediodía, en la plaza Sant Jaume de Barcelona, el colectivo, representando al «99% del pueblo», ha lanzado proclamas contra los recortes en sanidad, enseñanza, transportes y en pensiones. «Nos declaramos independientes de la oligarquía financiera y de las instituciones a su servicio: la Troika (BCE, FMI y Comisión Europea), del Reino de España y de la OTAN», según señala el documento que pretendían hacer llegar al representante gubernamental.
Además, han reclamado el «derecho a decidir» el futuro de Cataluña.
En concreto han defendido la proclamación de una «República catalana del 99%». El grupo de jubilados que se declaran seguidores del movimiento de los indignados y que organizan actos de protesta por su cuenta se ha sumado así al movimiento 'Occupy Wall Street', que reivindica a la mayoría (el 99%), frente a la mínima parte de la población más rica, el 1%, que a su juicio tiene el dinero y que toma las decisiones económicas, políticas y sociales en contra de los intereses de la inmensa mayoría de la población.