Más de la mitad de los catalanes (51,4 %) consideran que no mereció la pena adelantar las elecciones que Artur Mas planteó como un plebiscito sobre su plan soberanista. Un porcentaje también elevado, pero algo menor (46,4 %), se sienten insatisfechos con los resultados, que supusieron un claro retroceso para CiU. Son datos del sondeo poselectoral realizado por Ipsos, que confirma que Mas también fue el gran derrotado para los ciudadanos de la comunidad (49, 9 %), seguido por Pere Navarro (28,5 %), mientras consideran que el principal ganador fue Oriol Junqueras (48,7 %). Cuatro de cada diez encuestados (41,1 %) cree que el líder de CiU debería haber dimitido por su fracaso electoral.
Dos de cada tres (63 %) ciudadanos se declaran sorprendidos por el veredicto de las urnas, sobre todo por la bajada de CiU (60,5 %). Los recortes (87,8 %), el proceso soberanista (76 %), la posición de la Comisión Europea sobre la salida de Cataluña de la UE si se separa de España (51,7 %) y las revelaciones sobre las cuentas en paraísos fiscales de Mas (50,6 %) son los aspectos que más influyeron, por ese orden, en los resultados, según los catalanes.
La mayoría prefiere que Mas pacte con ERC (54,2 %), como finalmente sucederá. Pero solo un 17,2 % piensan que la situación de Cataluña en esta legislatura irá a mejor, frente al 43,6 % que cree que seguirá igual y el 34,1 % que prevé que empeorará.
Dos de dada tres preferirían que la consulta soberanista se llevara a cabo dentro del marco legal de la Constitución. La mitad votarían a favor de la independencia y el 38,8 %, en contra. Hay una mayoría que aseguran que la independencia está más cerca tras las elecciones (47,2 %) frente al 44,1 % que dicen lo contrario.
El secretario general de CDC, Oriol Pujol, afirmó ayer que sería «bonito» celebrar en Cataluña la consulta soberanista en el 2014, cuando se cumplen 300 años del asedio de Barcelona en la Guerra de la Sucesión. También señaló que había avances en las negociaciones con ERC en materia fiscal. La presidenta del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, propuso la formación de un gobierno de concentración e que no esté liderado por Mas si fracasa el pacto de gobernabilidad entre CiU y ERC.