Afirmó que consultaban todos los proyectos con la infanta y sus asesores
23 feb 2013 . Actualizado a las 11:00 h.Son 138 páginas de dinamita contra la Casa Real. La transcripción íntegra de la declaración que el pasado sábado Diego Torres hizo en los juzgados de Palma recoge duras acusaciones contra el rey y Zarzuela.
El exsocio del duque no solo aseguró que la Casa Real siempre conoció todos los negocios y movimientos del marido de la infanta Cristina sino que el propio don Juan Carlos pudo ejercer de consejero de su yerno. En un momento de la declaración, Torres blandió una carta que supuestamente Urdangarin envió a la princesa Corinna cuando en 2004 ambos negociaban, con la supuesta intermediación del jefe del Estado, la incorporación del duque como presidente de la Fundación deportiva Laureus, a la que ya pertenecía la aristócrata alemana. Urdangarin se disculpa por la tardanza en su respuesta: «Gracias por la colaboración y la información. Perdón por el silencio durante estos días, pero quería comprobar con mi suegro y con el señor Alberto Aza (jefe de la Casa del Rey por entonces) antes de darte un feed-back (respuesta)».
Todo se comunicaba
Esa carta, que no se ha incorporado al sumario a pesar de que Torres la enseñó durante el interrogatorio, es solo una de las múltiples andanadas con las que se despachó contra Zarzuela. En todo momento, insistió en que la más alta institución del Estado tuteló desde el principio los movimientos del binomio Urdangarin-Torres. «Nosotros sometíamos cualquier cosa que hacíamos a la revisión de quien correspondiera», «don Iñaki no hacía nada a espaldas de nadie, consultaba con la familia obviamente cada propuesta de proyecto», «no escondíamos nada de los que hacíamos a nadie, lo comunicábamos (a Zarzuela) en todo momento», son algunas de las frases de Torres ante el juez.
Una y otra vez, intentó recalcar que todo movimiento tanto de Nóos como de su sucesora, la Fundación Deporte Cultura e Integración Social (Fdcis), eran visados por Zarzuela. Precisó que «don Iñaki» le decía que había comentado «con la infanta, lo he comentado con Romero, conde de Fontao, lo he comentado con Carlos García Revenga, secretario de las infantas». Según Torres, el jefe del Estado envió al conde de Fontao a ocultar a Urdangarin tras la nueva fundación Fdcis «porque la prensa criticaba las actividades empresariales de Nóos». «¿Quién manda en la Fdcis?», le preguntó el juez. «El señor Urdangarin, es su proyecto», responde Torres. «¿Desde siempre?», inquirió el magistrado. «Es creada para él», arguyó.
«¿Doña Cristina conocía el consejo, la insinuación y la recomendación de su padre?», le preguntó el instructor. Torres respondió que, por «montones de comentarios» de Urdangarin sobre conversaciones con su esposa, esta «estaba de acuerdo» con que en el 2006 Urdangarin, tras dejar Nóos, se refugiara en otra fundación en la que formalmente no aparecía. Según Torres, «es absolutamente claro» que el conde de Fontao sabía que el duque era la cabeza oculta de aquel proyecto aunque no apareciera en el organigrama. «¿Y si lo sabía el emisario lo sabía quién lo había enviado?», preguntó Castro, en referencia al rey. «Evidentemente», fue la respuesta del imputado.
También hubo andanadas contra la infanta. «Los cinco miembros de la junta participaban en la toma de decisiones, revisaban cuentas; todos los miembros de la junta han participado de forma activa en la labores del instituto», dijo Torres.