Mientras las comunidades del PP desoyen sus planteamientos, Mariano Rajoy recabó ayer el respaldo del presidente andaluz, José Antonio Griñán (PSOE), que apoyó el déficit asimétrico entre autonomías. Aun así, el argumento de Griñán se acerca más al de Feijoo, ya que, al igual que el presidente de la Xunta, aboga por establecer una fórmula «objetiva» en la fijación del déficit en función de la financiación que recibe cada una y de su nivel de endeudamiento. Feijoo, por su parte, pretende que se introduzcan variables como el envejecimiento o la dispersión, que afectan negativamente a Galicia. «Eso de que todo el mundo reciba el mismo objetivo de déficit estaría muy bien si todo el mundo recibiera la misma financiación o tuviera el mismo nivel de endeudamiento, pero no es así», señaló ayer Griñán, para quien «el café para todos sería injusto». El presidente del Gobierno andaluz instó a los barones del PP a no ahondar en el «enfrentamiento entre territorios» porque eso es algo que «siempre lleva al desastre».
La vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, admitió que «no es fácil» lograr el consenso entre todas las autonomías, pero afirmó que es «obligación del Gobierno encontrarlo» saltando por encima de «barreras partidistas».