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José Bretón: «Me parece increíble que hoy no sepamos dónde están mis hijos»

EFE

ESPAÑA

Atlas Tv

El acusado de asesinar a Ruth y José se ha declarado «inocente» de los hechos que le «quieren imputar»

09 jul 2013 . Actualizado a las 11:04 h.

José Bretón, acusado de asesinar a sus dos hijos el 8 de octubre de 2011, ha manifestado en su turno de palabra antes de acabar el juicio que le parece «increíble» que hoy, justo 21 meses después del suceso, no se sepa donde están sus hijos.

Tras los informes finales presentados por el Ministerio Fiscal, la acusación particular y la defensa, Bretón ha tomado la palabra y se ha declarado «inocente de los hechos que me quieren imputar».

El acusado ha querido «agradecer» a la acusación particular que le haya «facilitado la defensa» al hacer contradicciones que, a su juicio, no se han producido.

Finalmente, Bretón ha recordado que a los cinco meses del suceso, la madre de los menores apuntó que no se sabía nada de los niños y que hoy, 21 meses después del suceso le parece «increíble que no sepamos donde están mis hijos», ha concluido.

La defensa: Bretón «ya ha sido condenado» de antemano

José María Sánchez de Puerta, abogado defensor de José Bretón, acusado de asesinar a sus dos hijos el 8 de octubre de 2011 en Córdoba, ha considerado hoy que las pruebas contra su cliente se basan en «suposiciones» y que el acusado «ya ha sido condenado» de antemano.

Durante su informe final en el juicio, Sánchez de Puerta ha manifestado que el juez instructor hizo «apreciaciones subjetivas» en el momento de la investigación y que la opinión pública y los medios de comunicación «han condenado a este hombre antes de juicio».

El letrado ha pedido al jurado que no se deje influir por todas las «manifestaciones subjetivas dirigidas a satanizar» a Bretón y ha defendido que el acusado «nunca ha cambiado de versión» sobre la desaparición de sus hijos, sino que «ha mantenido la misma línea desde el principio».

Sánchez de Puerta ha dicho que Bretón se llevaba «bien» con su exmujer Ruth Ortiz, quien «era la que tomaba todas las decisiones de peso de la pareja», y que la relación se rompió por culpa de la familia materna de los niños y la separación «cogió por sorpresa» al acusado.

Ha añadido que la ruptura fue «rápida y radical» y por ello necesita «tratamiento psicológico», y que fue el médico el que le recetó tranquilizantes sin que Bretón los pidiera.

También ha considerado «normal» que Bretón estuviera «molesto» por la ruptura y que por ese motivo «hablara mal de su mujer», si bien ha matizado que eso no significa que «matara a los niños».

Respecto a los preparativos del plan, el letrado ha asegurado que «nadie lo ve hacer acopio de leña» y que «gastó casi todo el combustible que compró», mientras que «ningún perito encontró restos de acelerante en la hoguera».

El letrado ha puesto de manifiesto que si Bretón hizo un intento de recuperar su matrimonio no tenía sentido que decidiese acabar con la vida de sus hijos, mientras que ha expuesto que quizás le pudo dar los niños a una tercera persona.

Además, ha rechazado los testimonios «teatrales» de la familia materna de los niños y ha cuestionado las pruebas periciales sobre el teléfono móvil de Bretón y las cámaras de seguridad del recinto infantil aledaño al parque donde el acusado dice que perdió a sus hijos.

El letrado ha apuntado que en ningún momento han quedado acreditadas «las causas de la muerte», algo que es «esencial en Derecho Penal», mientras que en el caso caben «muchas suposiciones» pero todas han sido «gratuitas».

Sánchez de Puerta ha resaltado que no puede creer que una perito tan afamada como Josefina Lamas «se haya podido equivocar» y ha mantenido que los huesos «fueron cambiados» y que se «rompió la cadena de custodia».

Ha cuestionado todas y cada una de las reconstrucciones que la Policía hizo de lo que ocurrió el día de la desaparición de los niños, ya que «ninguna refleja lo que ocurrió», por lo que la investigación «queda dañada con esas pruebas».

Finalmente, el letrado ha apuntado que Bretón «no es un asesino» y «no ha matado a sus hijos», por lo que ha recordado al jurado que «si es muy triste que un culpable esté en libertad, más doloroso es que un inocente esté en la cárcel».

La acusación particular habla de la actitud de Bretón como «la prueba de su culpabilidad»

La abogada que ejerce la acusación particular, María del Reposo Carrero, ha cerrado su intervención en el juicio a José Bretón por el asesinato de sus dos hijos el 8 de octubre de 2011 asegurando que la actitud del acusado «es la principal prueba de su culpabilidad».

En su informe final, Reposo Carrero, que representa a la madre de los menores, Ruth Ortiz, ha recordado al tribunal jurado, que conforman siete mujeres y dos hombres, que son ellos los que tendrán «la última palabra» y dirán si Bretón «es el autor criminal de un doble asesinato».

La abogada ha subrayado que durante tres semanas de juicio se han puesto de manifiesto «intensas pruebas» que demuestran la culpabilidad de Bretón, comenzando con la «propia declaración del acusado» quien, a su juicio, estuvo llena de «mentiras para justificar lo injustificable».

La letrada ha reconocido que «cuesta reconocer que un padre pueda asesinar a sus hijos» y que la familia materna esperaba un «atisbo de arrepentimiento» que nunca llegó.

La acusación ha mantenido que la actitud del acusado desde el primer día demostraba que «algo raro ocurría» y «nadie se fiaba de su versión» que era «increíble e imposible de sostener».

Ha incidido en que la principal prueba de cargo «son sus palabras» y «su actitud» que «lo delatan ante los propios investigadores» al «divagar y no contestar a las preguntas cruciales».

Asimismo, ha mantenido que nadie vio a los niños en el parque y que incluso «dos testigos aseguran que no vieron a Bretón en el lugar donde dice que los perdió», por lo que esa versión «no tiene ningún sentido».

La letrada ha apuntado que Bretón «cambiaba de versión constantemente» y al «no aguantar la presión pidió ser detenido», si bien debido al error en la identificación de los huesos hallados en la hoguera de «Las Quemadillas» se prolongó un caso que tendría sentencia en firme si no se hubiese producido este error.

Ha resaltado que los doce peritos que estudiaron los huesos y que han declarado en el juicio son «eminencias en su materia» y todos han insistido en «determinar por unanimidad en el carácter humano de los restos».

Además, según la abogada, Bretón «hizo acopio de abundante gasolina, de leña para hacer un pira funeraria e hizo una hoguera enorme donde quemó a sus hijos de forma premeditada», algo que le causó un «placer permanente» por poder «hacer sufrir a Ruth».

«Él tenía premeditado el plan y la espontaneidad que comenta en sus versiones es pura falacia», ha asegurado la abogada, quien cree que todo el «proyecto criminal» estaba «bien meditado y planeado», como demuestra el hecho de «evitar estar localizado en su teléfono móvil para estar controlado en los momentos claves de suceso».

La acusación ha afirmado que «no queda duda que los niños estaban en la hoguera» y quiere pensar que «usó los antidepresivos para adormecerles o acabar con su vida» en lugar de «echarlos en la hoguera vivos».

Reposo Carrero ha subrayado que Bretón «iba anunciando lo que iba a pasar» en los días previos al sucesos y que al pasar por la hoguera comentó «los niños están cerca, detenedme ya», lo que da muestra clara de la «culpabilidad» del acusado.

La acusación particular se ha sumado a la petición del fiscal y ha solicitado para Bretón una pena de 40 años de prisión al considerarlo culpable del asesinato de sus dos hijos.