María Dolores de Cospedal, la única dirigente popular que aparece en la supuesta contabilidad b del PP que ha presentado una demanda personal contra Luis Bárcenas, será también la primera responsable de la dirección nacional del partido en visitar a Pablo Ruz en el juzgado central número 5 de la Audiencia Nacional. Otros altos dirigentes que presuntamente habrían recibido sobresueldos opacos del partido como José María Aznar, Javier Arenas, Jaime Mayor Oreja, Francisco Álvarez Cascos o Ángel Acebes enmudecen cada vez que se les pregunta por esta cuestión.
La decisión de la Fiscalía Anticorrupción de apoyar la citación de Cospedal y de rechazar la del resto causó sorpresa en ciertos círculos del partido. La número dos de Mariano Rajoy en el PP intentó, con poco ahínco, quitarle hierro al asunto. «Ni me extraña ni me deja de extrañar», respondió cuando se le preguntó por esta aparente discriminación judicial.
El resto de hipotéticos beneficiados por el PP lleva meses intentando rodear este terreno pantanoso. José María Aznar se querelló el pasado febrero contra el diario El País por haberle atribuido falsamente la organización de un sistema de pagos ilegales en el partido para defraudar a Hacienda. Una acción legal que amplió en mayo, cuando el mismo diario publicó que el PP abonó sobresueldos al expresidente del Gobierno cuando ya era inquilino de la Moncloa. Arenas, al que algunas fuentes del entorno de Bárcenas le atribuyen el papel de «mediador fallido» entre Mariano Rajoy y el extesorero, tan solo rompió su silencio el miércoles para enfatizar la intachable honorabilidad de Rajoy. De lo suyo, nada.