El presidente de la Junta de Andalucía anuncia hoy que dejará su cargo en manos de Susana Díaz
24 jul 2013 . Actualizado a las 13:46 h.José Antonio Griñán ya lo tiene todo decidido. El presidente de la Junta de Andalucía aprovechará mañana la ratificación de Susana Díaz como candidata del PSOE andaluz a la Presidencia del Gobierno autonómico para anunciar, según fuentes del partido en esta comunidad, su intención de dejar el cargo en torno al 26 de agosto. No convocará elecciones anticipadas. Si Izquierda Unida está dispuesta, y así parece, la hoy consejera de Presidencia podría someterse a una sesión de investidura a principios de septiembre, es muy probable que el 2. «Dimitiré a finales de agosto. El curso politico empieza en septiembre, y con la elaboración de los Presupuestos y la necesidad de hace frente a la crisis hace falta que el Gobierno esté fuerte y no distraído en cuestiones de partido», declaró a Colpisa el todavía presidente andaluz.
De este modo, asegurada ya la sucesión en Susana Diaz, Griñán considera que «ya hay solución y no hay que retrasar el relevo». El presidente andaluz llevaba tiempo planeando su salida de la política y ahora que, gracias a la maniobra de las 'primarias exprés' ha conseguido lo que, en teoría, podía resultar más difícil, un apoyo sólido del partido en torno a su sucesora , que ha logrado incluso diluir a una buena parte del sector crítico, no encuentra razón para dejar correr más tiempo.
Hoy, acompañado del número dos de su partido, Mario Jiménez, almorzó en Madrid con el Alfredo Pérez Rubalcaba y la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, para explicarles sus planes. Lo hizo casi al tiempo que el portavoz de su Gobierno Miguel Angel Vázquez, trataba de esquivar las preguntas de los periodistas al respecto y se agarraba a lo dicho por el propio presidente ante el Parlamento; esto es, que su «intención» era agotar la legislatura. Quizá el PSOE lo haga, pero lo que ya está claro es que no será con él al frente.
El anuncio de mañana de la marcha definitiva de Griñán, en la misma reunión del comité director que validará el recuento de avales obtenido por Susana Díaz en el polémico proceso de primarias concluido el pasado fin de semana, llega así un día antes de que declare ante la juez de los ERE, Mercedes Alaya, el exinterventor de la Junta que acusó al presidente andaluz de no actuar ante las irregularidades durante su comparecencia en la comisión de investigación que puso en marcha la cámara autonómica el pasado año.
«Alaya no es de esta guerra» Griñan sostuvo en la conversación con Colpisa que no teme a la jueza ni al interventor. «Alaya no me puede imputar, no tiene fuero para ello. Tendría que elevar el caso al Supremo si advierte delito y si no lo hace estaria prevaricando», dijo, y advirtió de que «si lo hace, el Supremo terminará con el caso en dos días». El presidente de la Junta de Andalucía considera que de la postura del interventor, conocida por su declaración ante la comisión de investigación del Parlamento, no contiene indicios para su imputación y se mostró tajante: «Que la jueza haga lo que quiera», para insistir en que su marcha no tiene ninguna relacion con el escándalo de los ERE fraudulentos. Tambien consideró descabellada la idea de que con su dimisión quisiera evitar que el caso vaya al Supremo, pues, como difundían los rumores, se quedaría como diputado y sería juzgado como aforado por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. «No tiene sentido, además, ojalá elevara la causa al alto tribunal, recalcó, porque se terminaba en seguida», en lugar de la prolongación actual del sumario.
En cualquier caso, Griñán insiste en que «Alaya no es de esta guerra», para recalcar que su decisión de abandonar la presidencia de la Junta de debe a otros motivos, sobre todo personales, pero tambien politicos relacionados con la crisis que traviesa el PSOE. Una vez revelada su intención de no volver a ser candidato, durante el debate sobre el estado de la comunidad, y hecha su afirmación de que era el momento de dar el paso a savia nueva, tenía poco sentido seguir.
No en vano, cuando hizo aquel anuncio ya había diseñado la hoja de ruta que dará a conocer. Griñán se marcha con 67 años recién cumplidos y cuando ni siquiera ha transcurrido un año y medio desde que formó Gobierno con Izquierda Unida tras unas elecciones que salvó por los pelos. Fue precisamente Susana Díaz la muñidora de los acuerdos con la formación que entonces lideraba Diego Valderas y que ahora coordina Antonio Maíllo. Por eso nadie prevé que haya problemas para su investidura. Sobre todo porque en IU entienden que el pacto funciona bien.