¿Es posible reprobar al presidente del Gobierno? Aunque no está previsto en el reglamento del Congreso, «nada impide que la oposición presente una interpelación que luego se transforme en una moción que pida su dimisión», sostiene Blanco Valdés. Asegura que «se puede interpelar al Gobierno por lo que se quiera y la libertad para presentar mociones es prácticamente absoluta».
Xavier Arbós, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Barcelona, considera «factible», con el reglamento en la mano, la propuesta socialista, aunque duda de que sea admitida a trámite por la Mesa del Congreso, donde tiene mayoría el PP.
Para Vírgala, «no es factible, ya que si el PSOE entiende que el presidente del Gobierno no debe continuar tiene a su disposición la moción de censura, no puede aducir que no hay mecanismos constitucionales para reprobarlo». En esa misma línea se pronuncia Manuel Sánchez de Dios, especialista en política comparada. «No creo que la mayoría acepte un procedimiento de este tipo existiendo la moción de censura contra el presidente, que equivale a la reprobación», señala el profesor de Ciencia Política de la Complutense. Señala que la reprobación de los ministros sí se admite «por convención», pero «no tiene gran valor político, porque aunque se apruebe no conlleva consecuencias jurídicas pues no obliga a dimitir». Así cuando la ministra de Fomento Magdalena Álvarez fue reprobada por el Senado en el 2007 continuó en su cargo. Félix Ortega, catedrático de Sociología de la Complutense duda también de que la interpelación llegue a ser debatida, pese a que, dada la situación que atraviesan el Gobierno y su partido, «tendría bastante sentido intensificar los debates y controles parlamentarios».