Gao Ping tenía en «nómina» a siete policías y a un guardia civil

La Voz COLPISA / EFE

ESPAÑA

DOMINIQUE FAGET | AFP

El cabecilla de la red de blanqueo investigada en la operación Emperador se había hecho con sus favores a cambio de dinero en efectivo, contratos a familiares y operaciones empresariales

20 jul 2015 . Actualizado a las 20:33 h.

Gao Ping, el «Emperador» chino de España, había tejido una verdadera red de policías en «nómina» para su organización, según desvela un reciente informe elaborado por Asuntos Internos

De acuerdo con ese documento, la trama china había «comprado» a un guardia civil y a siete policías nacionales y locales. Gao Ping se había hecho con sus favores a cambio de dinero en efectivo, contratos a familiares y operaciones empresariales. Asuntos Internos ha llegado estas conclusiones tras analizar los movimientos bancarios y las cuentas patrimoniales de una decena de funcionarios policiales bajo sospecha por haber colaborado con la mafia. La Policía sostiene que ocho de estos agentes tuvieron numerosos ingresos en cuenta sin justificar, mantuvieron negocios turbios con la trama asiática o directamente usaron a familiares para recibir dinero de la red simulando falsas relaciones laborales.

Solo en el caso de dos policías, Asuntos Internos no encuentra indicios en sus cuentas de que estuvieran a sueldo de Gao Ping. El peor parado de la investigación de Asuntos Internos es sin duda el que fuera uno de los jefes de la Brigada de Extranjería de Madrid. El inspector Federico Sánchez de Frutos era directamente socio de una empresa de importación que hacía negocios con la red china con epicentro en el famoso polígono Cobo Calleja, de la localidad madrileña de Fuenlabrada. Asuntos Internos apunta la posibilidad que los policías «comprados» se dedicaran a pasar información a la red o a facilitar permisos de residencia a ciudadanos chinos.

Relaciones comerciales y societarias

Asuntos Internos destaca las relaciones comerciales y societarias que vinculan a Sánchez Frutos con Yongping Wu Lui, uno de los ciudadanos chinos imputados de la red que operaba en el polígono Cobo Calleja (Fuenlabrada), a través de una empresa de importación de la que es socio el policía.

Resalta la compra a una empresa de Yongping de una nave en cuya operación «no existen datos, ni se conoce el origen» de 348.000 euros que aportó la empresa de importación del policía, según el informe, que afirma que «no se descarta que pueda ser un pago encubierto como contraprestación a presuntos tratos de favor» al ciudadano chino.

Otro de los policías analizados es Blas Donoso Adán, que estuvo destinado en la Brigada de Extranjería de Fuenlabrada, a quien se le han detectado 14.000 euros en ingresos en efectivo y un contrato de trabajo a nombre de su hijo.

Estos movimientos podrían estar vinculados, según el informe, a contraprestaciones que el policía hubiera recibido por «facilitar información obtenida de bases de datos policiales y dar trato de favor para la tramitación de documentación de extranjería a ciudadanos chinos».

Existe una «correspondencia temporal» entre estos tratos de favor y los ingresos que percibió su hijo, en concepto de nómina, de la empresa Cobo Regalos, dedicaba a la importación de artículos de bazar, por un total de 10.310 euros de abril de 2012 a mayo de 2014.

A otro policía, Manuel Patricio Rodríguez San Román, se le han detectado ingresos en efectivo sin justificar por unos 17.000 euros y al guardia civil Pablo José Jiménez por otros 11.095 euros, mientras que se sospecha de otro policía, Miguel Ángel Gómez, porque en sus cuentas no figuran pagos del alquiler de la vivienda durante dos años.

Otros de los movimientos investigados se atribuyen al policía nacional Óscar Francisco García, que percibió 10.960 euros por trabajos de su correduría con empresas de la red de Gao Ping.

Asuntos Internos destaca movimientos sospechosos de dos policías locales de Fuenlabrada, uno de ellos José Pablo Roldán, que percibió 4 ingresos por 30.000 euros por favores como anular multas a los ciudadanos chinos o «acciones de presión tendentes a perjudicar locales que pudieran hacer la competencia a los negocios de Yongping, tratando de encontrar deficiencia que dieran origen a un procedimiento sancionador o concluyeran con un decreto de cierre».

El otro policía municipal es Mario José Selas, que recibió ingresos en efectivo sin justificar por unos 63.000 euros por «facilitar información confidencial» a la trama mafiosa, concretamente «del departamento e urbanismo» de Fuenlabrada, de manera que a Yongping le daba trato de favor en el polígono Cobo Calleja y sometía a su los negocios de la competencia «a un estricto control y cumplimiento de la normativa local».