El ministro de Exteriores tiene previsto visitar a las tropas españolas desplegadas en la base militar de Besmaya, a 40 kilómetros de la capital iraquí
24 oct 2016 . Actualizado a las 12:58 h.El ministro español de Asuntos Exteriores en funciones, José Manuel García-Margallo, aterrizó este lunes en Bagdad a las 13.00 hora local, en una visita que tiene lugar en plena ofensiva de las fuerzas iraquíes y kurdas sobre la ciudad de Mosul, último gran feudo yihadista en el país.
El ministro tiene previsto visitar a las tropas españolas desplegadas en la base militar de Besmaya, 40 kilómetros al sur de la capital iraquí. El viaje, que concluirá mañana, también incluye encuentros con las autoridades iraquíes, aunque por el momento la agenda está sin cerrar.
Fuentes diplomáticas españolas dijeron a Efe que esta visita es «importante para mostrar el apoyo al Gobierno iraquí en su ofensiva sobre Mosul y en su gestión política», en medio de las tensiones religiosas y étnicas presentes en Irak.
Margallo llega a Bagdad tras haber visitado Turquía y Egipto, con el objetivo de «mantener contactos con líderes regionales en este momento de conflicto», añadieron las fuentes. En la base de Besmaya, que forma parte de las instalaciones de la coalición internacional que lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Irak, es donde se encuentra el grueso de las tropas españolas en ese país, con 300 efectivos, aunque se plantea una nueva aportación de unos cien más. La función de los militares españoles en el país se basa, sobre todo, en el entrenamiento de las fuerzas iraquíes.
La coalición, liderada por EE.UU., tiene en Kuwait su cuartel general, en el que España cubre varios puestos en áreas de planeamiento operativo, inteligencia y apoyo logístico.
Además, tiene un elemento avanzado en Bagdad, en el que está destinado otro oficial español trabajando en el desarrollo a largo plazo de las fuerzas armadas y de seguridad iraquíes. La ofensiva para arrebatar Mosul a los yihadistas del EI entró en su segunda semana de combates, caracterizados por el lento retroceso de los extremistas, que continúan mostrando una dura resistencia.