Empresarios catalanes alertan a Bruselas del riesgo económico del soberanismo
ESPAÑA
Puigdemont dice ahora que no quiere independencia, sino «interdependencia»
26 ene 2017 . Actualizado a las 08:04 h.Un día después de que el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, pronunciara un discurso soberanista en una de las salas del Parlamento europeo, portavoces de Empresaris de Catalunya alertaron ayer, también en la Eurocámara, sobre los graves riesgos que el proceso independentista trae para la economía catalana y española.
El presidente de la organización empresarial, Josep Bou, calificó de «disparate de consecuencias negativas para Cataluña, para el resto de España y para la Unión Europea» promover la separación de Cataluña de España «mediante un referendo ilegal».
En un acto impulsado por la eurodiputada liberal Teresa Giménez Barbat, al que acudieron siete diputados europeos y numerosos funcionarios comunitarios, Bou criticó al Gobierno autonómico por utilizar «la educación como pilar básico del nacionalismo», «llegando incluso al paroxismo del odio hacia quienes no piensan como ellos».
Para el primer representante de esta organización, que agrupa a 400 empresarios, el gobierno de la Generalitat está generando una grave «inseguridad jurídica» en los inversores y en las empresas en Cataluña por temor a la secesión, aunque dijo estar seguro de que esta no tendrá lugar.
Carlos Rivadulla, abogado y miembro de Empresaris, criticó la tensión que el soberanismo catalán está creando con los demás españoles, «que no dejan de ser nuestros amigos, clientes y proveedores», y puso como ejemplo que «Aragón es mejor cliente de las empresas catalanas que toda Francia». Ribadulla añadió un dato significativo: desde el 2012 (cuando la Diada se celebró bajo el lema «Cataluña, nuevo Estado de Europa»), 2.650 empresas se han retirado de la comunidad.
Con respecto de la coincidencia de este acto el día siguiente a la intervención de Puigdemont, Teresa Giménez Barbat señaló que «no ha sido una contraprogramación», pero «estamos muy contentos de que haya sucedido esto», porque permite visualizar «dos Cataluñas divididas». En su opinión, en dos días sucesivos han estado representadas en Bruselas «la Cataluña de la quimera y la fantasía» y la «real, que paga impuestos y es víctima de la Cataluña que estuvo aquí ayer (por el martes)».
Interdependencia
Tras las críticas recibidas, el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, resaltaba ayer, en una entrevista a Euronews, que no quiere hacer una declaración de independencia, sino «hacer una declaración de interdependencia», porque hay que aceptar, en su opinión, que en este siglo las relaciones entre los Estados deben basarse en la cooperación.
Según Puigdemont, cuando se modificó el Estatuto catalán se hizo dentro del marco constitucional con el compromiso de permanecer y tener una mejor relación con España, pero «la repuesta siempre ha sido la misma, ha dicho que no». «Pero si dice que quiere hablar, estamos dispuestos a escuchar», insistió.
Arrimadas cifra en 130.000 euros el coste del viaje de la Generalitat a la capital comunitaria
La líder de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas, y el coordinador general del PPC, Xavier García Albiol, han echado en cara al presidente de la Generalitat que «ninguna autoridad europea» asistiera a su conferencia de Bruselas. En la sesión de control al presidente de la Generalitat, Arrimadas denunció que el Gobierno autonómico se ha gastado «130.000 euros en un solo día» en «propaganda» de sus «planes irreales e ilegales». García Albiol destacó que al acto «no asistió ninguna autoridad europea» ni «ninguna persona relevante», y que la sala se llenó de «personas convencidas» e incluso «subvencionadas», que en muchos casos se desplazaron desde Cataluña.
En la misma sesión, el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, acusó a Puigdemont de «dimisión de funciones», por no asistir a la Conferencia de Presidentes en la que se abordaron prioridades de Cataluña como la financiación autonómica y la educación.