Invitan al presidente catalán a no culpar a terceros cuando le llame la Justicia
02 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.«El Gobierno no ha engañado a nadie. Dijimos que no habría referendum porque es ilegal, y no hay referendo». El coordinador general del PP, Fernando Martínez Maíllo, señaló como «únicos responsables» de la aciaga jornada de ayer al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y sus socios en el Ejecutivo de Cataluña, quienes obligaron al Gobierno de España a desactivar una consulta ilegal. «El independentismo tiene que pedir explicaciones a Puigdemont por el engaño porque sabían que no podrían votar con garantías y lo han intentado», explicó Martínez-Maíllo en su comparecencia de prensa en la sede nacional del PP en la calle Génova.
Desde allí envió un mensaje de tranquilidad para toda la sociedad catalana, asegurando que «la mayoría silenciosa se ha quedado en casa y solo han salido los de siempre, los amigos de Asamblea Nacional Catalana y los de los independentistas». También hizo un llamamiento a Puigdemont para que «cese esta escalada permanente hacia la ilegalidad». «Y a partir de ahí, sin duda, se podrá hablar», señaló el portavoz popular. Además, le acusó de haber llegado «demasiado lejos», y le invitó a que, cuando le toque responder ante la justicia, no emule a Artur Mas en el 9-N «y no eche la culpa a terceros». «Si han sido tan atrevidos, que asuman ante los jueces su responsabilidad», apostilló.
Sobre la actuación policial, indicó que las cargas «concretas y puntuales» obedecían a «situaciones de imperiosa necesidad y no caprichosas, han sido absolutamente imprescindibles para garantizar la propia seguridad de los agentes». Maíllo tachó de «burda manipulación» por parte del independentismo hablar de «violencia» para referirse al papel de los policías y guardias civiles. «Basta ya de demonizar a la policía», espetó.
A su juicio, no se puede poner del mismo lado a los que defienden la legalidad y a «aquellos que están infringiendo la Constitución y las leyes» y tampoco se puede hablar de ningún «choque de trenes» porque para eso «tienen que estar en la misma vía y, en este caso, son diferentes la de la legalidad y la ilegalidad». En este punto incluyó al líder de Podemos, Pablo Iglesias, y a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. «Se han descatalogado como demócratas al situarse al margen de la Constitución», concluyó.