Maria Àngels Feliu permaneció retenida en un zulo de una localidad de Barcelona desde 1992 hasta 1994
20 nov 2017 . Actualizado a las 07:17 h.Veinticinco años han transcurrido desde que, el 20 de noviembre de 1992, la farmacéutica de Olot Maria Àngels Feliu, de 35 años, fuese secuestrada para pasar en cautiverio 492 días hasta su reaparición, una vez liberada, en una gasolinera de Lliçà de Vall (Barcelona).
El suyo fue el secuestro más largo de España sin que mediasen causas de terrorismo. A ello se sumó que la avalancha informativa de hoy día se canalizaba entonces a través de menos medios y mucho más convencionales, con lo que casi todo el país conocía a Maria Àngels Feliu.
La liberación fue una sorpresa y unos agentes de la Guardia Civil que se encontraban en aquel momento en la gasolinera fueron los primeros en intervenir, tras lo que vendría el traslado a un centro hospitalario de Barcelona.
El juez que instruía el caso era Santiago Pinsach y los primeros encarcelados fueron dos hombres, Joan Casals y Francesc Bassa, delatados por Francisco Evangelista, una persona que alcanzó gracias a ello una cierta cuota mediática.
Sin embargo, Maria Àngels Feliu negó una vez liberada que Casals y Bassa fuesen quienes la habían mantenido encerrada durante dieciséis meses e, incluso, llegó a querellarse contra Evangelista.
El fin del secuestro se había producido el 27 de marzo de 1994 y, hasta cinco años después, la investigación no volvió a señalar culpables, en este caso con el punto de mira puesto en la Policía Local de Olot. Un agente, Antoni Guirado (22 años de cárcel), se entregó, confesó los hechos y señaló como colaboradores suyos a un agente rural, Ramon Ullastre (22 años de cárcel), y a su mujer, Montserrat Teixidor (18), así como a una tercera persona, José Luis Paz (14), que contaba con antecedentes por diversos delitos. Guirado justificó su participación en el caso en una extorsión por parte de Ullastre, quien le amenazó con desvelar asuntos turbios. La relación de implicados fue más allá y se sumaron otros dos individuos, un camarero (8 años de prisión) y un entrenador de fútbol, aunque este fue absuelto.
El zulo donde Maria Àngels Feliu permaneció encerrada 492 días también fue encontrado, en el sótano de una casa en la localidad de Sant Vicenç de Torelló (Barcelona).