PP, C's y Vox movilizan a decenas de miles de personas en Madrid para exigir elecciones ya
11 feb 2019 . Actualizado a las 09:58 h.La madrileña plaza de Colón se convirtió ayer en un mar bicolor rojo y gualda, con tímidas concesiones al azul de alguna bandera europea. Siete partidos del espectro político más conservador -desde Ciudadanos a Vox, pasando por Foro Asturias, UPN, el PAR o UPyD-, liderados por el PP de Pablo Casado, escenificaron el rechazo social multitudinario a la política del Gobierno respecto al secesionismo catalán y exigieron la inmediata convocatoria de elecciones.
Pese a la inevitable guerra de cifras (45.000 participantes, según la Delegación del Gobierno, y casi cinco veces más, según PP y C’s, que aseguraron que se habrían rebasado todas las expectativas), varias decenas de miles de personas llegadas de todo el país tomaron el centro de la ciudad al son de los acordes del Que viva España, de Manolo Escobar. El himno cañí le fue como anillo al dedo a la reivindicación de una jornada donde España, bandera y Constitución fueron de las palabras más coreadas.
También centenares de pancartas, en forma de señal de tráfico, en las que se podía leer «Stop Sánchez. Elecciones ¡ya!», convivían con otras -del color verde que identifica a Vox, pero sin logo político alguno- que reclamaban un mucho más contundente «golpistas a prisión».
Aunque fue el PP el que aglutinó y lideró al resto de formaciones, como destacó Casado en unas declaraciones previas al inicio del acto, la concentración pretendía ser un clamor social, al margen de ideologías, para exigir al Gobierno que saque las urnas ya. Por ello se optó porque fueran tres periodistas (Carlos Cuesta, María Claver y Albert Castillón) quienes dieran lectura a un manifiesto único, mientras que los líderes políticos se mantenían en un segundo plano.
El texto reiteraba el mensaje que previamente habían repetido, uno tras otro, los presidentes de los partidos convocantes: elecciones inmediatas y mano dura con quienes «pretenden romper España». Porque tanto Pablo Casado, como Albert Rivera y Santiago Abascal se mostraron convencidos de que el tiempo de Sánchez ha pasado. Por ello reclamaron ir a las urnas, además de insistir en que el Gobierno carece de legitimidad para negociar la unidad de España. «Si convoca elecciones ya, no hará falta movilizarse más», aseguró Rivera, advirtiendo de que, en caso contrario, no cesarán.
La «traición» del Ejecutivo
«Hoy estamos aquí para decirle al Gobierno que no estamos dispuestos a tolerar más traiciones ni concesiones frente a aquellos que quieren destruir nuestra patria. Para decir alto y claro que la unidad nacional no se negocia», recogió el manifiesto, para concluir exigiendo comicios «para que todos los españoles puedan decidir su futuro».
Gritos de «viva la Constitución» y «viva España» se mezclaron con los de «Sánchez dimisión» y «Puigdemont a prisión» como colofón a una concentración que resultó tan madrugadora -la plaza estaba llena con más de una hora de antelación- como rápida para disolverse. El intenso frío ayudó a ello.