Casado se blinda en el PP rodeado de fieles y prescinde de próximos a Feijoo y a Cospedal

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño REDACCIÓN

ESPAÑA

ATLAS

Impone a Álvarez de Toledo y Maroto como portavoces y releva a la gallega Marta González en Comunicación. A la reunión no asistieron ni Feijoo, ni el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, ni el líder de los populares vascos, Alfonso Alonso

30 jul 2019 . Actualizado a las 21:22 h.

Pablo Casado está crecido. El resultado de las elecciones autonómicas y municipales, que pese al mal resultado han permitido al PP hacerse con la alcaldía de Madrid, la presidencia de Murcia y probablemente la de Madrid, han llevado al líder del PP a dar un golpe de autoridad, renovando por completo la dirección del partido para rodearse exclusivamente de fieles y apartar de la cúpula a dirigentes que él mismo había designado hace un año como parte de la cuota de los líderes territoriales que le habían ayudado a lograr la presidencia.

La diputada Cayetana Álvarez de Toledo será la nueva portavoz en el Congreso y Javier Maroto asumirá la portavocía en el Senado. Ana Beltrán, presidenta del PP de Navarra, sustituirá a Maroto en la secretaría de Organización y como número tres del partido.

El otro movimiento más importante es la salida de la vicesecretaría de Comunicación de la gallega Marta González, de la máxima confianza de Alberto Núñez Feijoo, para ser sustituida por el periodista Pablo Montesinos, fichado por Casado para las listas de las pasadas elecciones generales.

Sí permanecen en el organigrama el coruñés Diego Calvo como secretario del área Territorial y la ourensana Ana Belén Vázquez en Participación Exterior. Andrea Levy abandona la vicesecretaría de Estudios y Programas, aunque permanece en el comité de dirección.

El líder popular prescinde también de Vicente Tirado, hombre de confianza de María Dolores de Cospedal, para sustituirlo en la vicesecretaría de Organización Territorial por Antonio González Terol. El diputado por Lugo Jaime de Olano asumirá la vicesecretaría de Participación, aunque en su caso pesa más la cercanía con Casado que con Feijoo.

Los críticos no van a Génova

A la reunión de la Junta Directiva Nacional del PP en la que se hicieron públicos los nuevos nombramientos no asistieron algunos de los dirigentes críticos con el giro derechista de Casado como el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, o el líder del PP vasco, Alfonso Alonso.

Casado ya intentó designar a Álvarez de Toledo tras las generales, pero su decisión fue frenada por la falta de consenso en el partido ante el perfil muy conservador y vinculado a José María Aznar de la diputada. La nueva portavoz reconoció en junio del 2018 haber votado a Ciudadanos en un artículo en el que se mostraba muy crítica con Rajoy y con Feijoo.

Casado aseguró ayer que Álvarez de Toledo es «la portavoz que todos los partidos desearían tener» y señaló que los cambios son adecuados «para la necesaria recuperación» y significan que el «el partido se abre a la sociedad» y se prepara para liderar la oposición.

Feijoo explicó tras una reunión en A Coruña con la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que Casado le llamó para comunicarle los cambios antes de anunciarlos. «Yo creo que Galicia mejora en presencia en el comité ejecutivo del PP. Eso no es lo importante. Lo importante es que acierte en los nombramientos pero le agradezco esa amabilidad», señaló, según informa Sara Cabrero. En cuanto a la designación de Álvarez de Toledo y Maroto, indicó que él es «muy disciplinado» con el presidente del PP, aunque «el tiempo dará y quitará razones sobre si son buenos o malos nombramientos».

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Cayetana Álvarez de Toledo será la nueva portavoz del PP en el Congreso de los Diputados
Cayetana Álvarez de Toledo será la nueva portavoz del PP en el Congreso de los Diputados Chema Moya | Efe

Álvarez de Toledo, de polémica en polémica a la portavocía en el Congreso

En otoño del 2015 Cayetana Álvarez de Toledo se iba del PP de Mariano Rajoy renegando y criticando sin medida. Hoy, el sucesor de Rajoy, Pablo Casado, la elige para ser su portavoz en el Congreso. Una política que para muchos representa el ala más dura del partido y que es más aznarista que casadista. Y una política que en estos años no ha dejado de meterse en polémicas de todo tipo o de hacer declaraciones que sorprendían a propios y extraños.

Porque entre otras cosas, Cayetana Álvarez de Toledo llegó a decir que votaba a otro partido, Ciudadanos, en lugar de al suyo. Aquella enemistad con el PP ha quedado atrás y Casado la recibió de vuelta en el partido con los brazos abiertos, convirtiéndola en uno de sus fichajes estrella y haciéndola cabeza de lista por Barcelona, pensando en que su duro discurso contra el nacionalismo evitaría la fuga de votos a otras opciones. No fue así. La apuesta resultó perdedora porque Álvarez de Toledo es en este momento la única representante del PP por Cataluña en el Congreso.

Son innumerables los jardines en los que se ha metido la diputada, desde ironizar sobre decir, «Sí hasta el final», para dar el consentimiento sexual, llamar «senil» a la entonces alcaldesa de Madrid Manuela Carmena o criticar el «derroche sentimental» por la muerte de Alfredo Pérez Rubalcaba, entre muchos otros ejemplos.

Y aunque la dirección del PP siempre la ha defendido, hay compañeros de filas que admiten que no les gustan las formas, ni en algunos casos el fondo, de quien ahora va a dirigir el grupo parlamentario. Aunque casi desde que entró en las listas se ha hablado de ella como la posible portavoz, en las últimas semanas su nombre ha bailado en las quinielas, entre otras cosas porque el cambio de estrategia de Pablo Casado, con un tono más moderado del habitual, hacía pensar en que sería también más moderada la elección de su portavoz.

Finalmente, Casado ha hecho de su primera apuesta la definitiva, eligiendo a Álvarez de Toledo, madrileña con tres nacionalidades -española, argentina y francesa-, doctora en Historia por la Universidad de Oxford y poseedora de un título nobiliario, el marquesado de Casa Fuente. Una política con un discurso culto y pausado en las formas pero duro en el contenido, que será desde ahora la voz cantante -tras el líder- del Partido Popular en el Congreso.

Javier Maroto no logró en las elecciones del 28A su escaño en el Congreso por Álava
Javier Maroto no logró en las elecciones del 28A su escaño en el Congreso por Álava ADRIAN RUIZ DE HIERRO

Maroto, el senador improvisado que se convierte en portavoz

La polémica entrada de Javier Maroto en el Senado, como representante autonómico de una comunidad que no es la suya, tenía claramente un fin que se ha confirmado este martes, el de convertirse en el próximo portavoz del PP en la Cámara Alta. Pablo Casado le da así a uno de sus colaboradores más fieles uno de los puestos más visibles del debate político en esta institución marcadamente territorial.

Maroto (Vitoria, 1972) sorprendió a muchos cuando se unió a la candidatura de Casado en las primarias del partido, sobre todo por pertenecer a un PP vasco volcado, en su mayoría, con Soraya Sáenz de Santamaría. Su apuesta fue la ganadora y el nuevo presidente le dio la vicesecretaría de Organización, el tercer puesto de poder en el partido.

Pero la figura de Maroto quedó en cierto modo relegada en un momento de renovación en el que casi todo el protagonismo lo acaparaba el líder y, en un segundo término, el secretario general, Teodoro García Egea. Y aunque desde el partido se insistía en que el reparto de papeles era el adecuado y Maroto estaba, como responsable de Organización, centrado en los territorios y en la elaboración de listas, lo cierto es que durante un tiempo se echó de menos su presencia mediática, que tan bien le había venido al PP en otros momentos.

La peor noticia, no obstante, le llegó a Javier Maroto el 28 de abril, cuando no obtuvo el escaño por Álava en el Congreso. El número tres del partido se quedaba así fuera del Parlamento, pero el PP ideó una forma de recuperarlo, convirtiéndolo en senador autonómico por Castilla y León. Una maniobra que fue posible con los votos del PP y de Ciudadanos en las Cortes regionales y que ha sido muy criticada por los demás partidos, que incluso hablan de fraude de ley.

A partir de ahora Maroto, exalcalde de Vitoria y vecino de Sotosalbos -el pueblo de Segovia en el que se ha empadronado para poder ser senador castellanoleonés- será la voz de los populares en el Senado.

Un papel en el que releva a Ignacio Cosidó, el portavoz cuya dimisión tanto pidieron el resto de los partidos por su supuesta vinculación con el excomisario José Villarejo y con la llamada Operación Kitchen, diseñada supuestamente desde el Ministerio del Interior para sustraer documentos al extesorero del PP Luis Bárcenas. 

La portavocía en el Senado devuelve a Maroto al primer plano político y le hará batirse con los rivales del PP en un momento incierto en el que, en cualquier caso, aún no está garantizado que la legislatura dure, porque sigue siendo posible la repetición electoral.