Ovación en Barcelona para el rey y para el discurso en catalán de la princesa Leonor
ESPAÑA
Ovación en Barcelona para el rey y para el discurso en catalán de la princesa Leonor. Los manifestantes no pudieron boicotear el acto de la Fundación Princesa de Girona
05 nov 2019 . Actualizado a las 11:16 h.El rey Felipe VI ratificó este lunes su «compromiso» y el de la Corona con Cataluña, pero advirtió al secesionismo que la violencia no tiene cabida en democracia en el acto de entrega de premios de la Fundación Princesa de Girona, al que acudió junto a la reina, la princesa de Asturias y la infanta Sofía. Tras la sentencia del Supremo, a una semana de las elecciones y con la calle encendida en Barcelona, la Casa Real quiso trasladar un mensaje de normalidad institucional en un contexto de «extrema complejidad». El acto tuvo que celebrarse en Barcelona y no en Girona porque el Ayuntamiento gerundense había vetado a la Familia Real. Ni el Gobierno catalán ni la alcaldesa de Barcelona asistieron a la ceremonia.
Felipe VI pisó ayer tierras catalanas por primera vez desde que se conoció la sentencia del Supremo contra los líderes del desafío secesionista. Se esperaba con expectación su intervención y también el de la princesa Leonor, en su estreno oficial en Cataluña. El rey pronunció un discurso más que protocolario y lanzó un aviso al independentismo. En plena ola de algaradas callejeras, advirtió de que «ni la violencia ni la intolerancia ni el desprecio a los derechos y libertades de los demás» tienen cabida en la «sociedad democrática». El rey recordó que el «pueblo» español, Cataluña incluida, «decidió hace más de 40 años reencontrarse para convivir juntos en libertad bajo principios democráticos». Y decidió, dijo, «reconocerse en el valor de su diversidad y afrontar con lealtad la superación del pasado y la construcción de una sociedad moderna».
El rey tuvo reproches hacia el independentismo pero también guiños con la Cataluña presoberanista por su «contribución inspiradora» de la España democrática. Una Cataluña, según reconoció, «orgullosa de sus señas de identidad, plural e integradora». En una intervención en inglés, catalán y castellano, el rey destacó además que «nuestros jóvenes no pueden vivir aislados y recluidos en fronteras impermeables». Fue el discurso más político de cuantos pronunció en Cataluña, incluso se permitió un dardo a Torra, que una vez más le plantó: «Hoy están presentes representantes de las principales instituciones de nuestro Estado democrático y constitucional». Faltaba la representación de la Generalitat.
La princesa Leonor, mientras, en castellano, catalán, inglés y árabe, expresó su «compromiso con los jóvenes y con una tierra, Cataluña, que siempre ocupará un lugar especial en mi corazón».
Los premiados por la fundación fueron Rafael Villalobos, Ignacio Medrano, Xavier Ros Oton, Begoña Arana y María Jammal.
Xavier Ros Oton, un joven matemático, hizo un guiño a los dirigentes independentistas condenados por sedición y malversación y acudió a recibir el premio con un lazo amarillo en la solapa. Pudo entrar sin problemas. Y nadie se lo recriminó públicamente. Esa prenda desapareció cuando acudió a la cena posterior a la entrega de galardones.
Empujones y abucheos
Un millar de agentes, entre mossos y policías nacionales velaron por la seguridad del acto. Se estableció un importante cordón de seguridad en el acceso al Palacio de Congresos de Barcelona, pero ello no impidió que algunos de los asistentes al acto fuesen abucheados. Ocurrió con el expresidente de Sociedad Civil Catalana, Josep Ramón Bosch, al que le impidió el paso al grito de «fascista», mientras que el líder de PP en Barcelona, Josep Bou, fue insultado, le empujaron e incluso le escupieron. También decenas de manifestantes quemaron fotos del rey en una protesta en las inmediaciones del Palacio de Congresos siguiendo una convocatoria de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y de Pícnic per la República. Sin embargo, el acto empezó a su hora, con la presencia del rey, la reina y su hijas.